Hay un término que se ha puesto muy de moda entre las celebridades de Hollywood que se separan llamado “co-parenting” (en español: paternidad compartida). Una práctica que se basa en la relación de amistad entre dos personas, a las que los une la pretensión de ser padres presentes con igualdad de condiciones y deberes sobre la crianza de los pequeños.
Es decir, un modelo de familia que busca el bienestar de los hijos por encima de todo, evitando peleas judiciales que nunca terminan, como la que por ejemplo todavía mantienen los actores Brad Pitt y Angelina Jolie. Pero la top model rusa Irina Shayk, que pese a estar criando así con Bradley Cooper a la hija que tuvieron antes de separarse en junio de 2019, no entiende y dijo no estar de acuerdo con este concepto nuevo de familia post ruptura.
“Nunca he entendido el término ‘co-parenting’. Cuando estoy con mi hija Lea, yo soy su madre al cien por cien. Cuando está con su padre, él es su papá también el cien por cien del tiempo que pasan juntos. La paternidad compartida al final solo es eso, paternidad”, explicó la modelo en una entrevista con la revista Elle en la que también revela por qué no le gusta nada hablar de su relación pasada y actual con el famoso actor.
“Mis relaciones sentimentales del pasado son algo que solo me pertenece a mí. Son privadas. Es una parte de mí que no quiero compartir con nadie más”, aseguró Shayk, que reveló también que no hace mucho caso a lo que la prensa cuenta sobre ella.
“No tengo tiempo de leer titulares, estoy demasiado ocupada criando a mi hija. Quien escribe artículos sobre mí solo está haciendo su trabajo, pero yo prefiero concentrarme en mi vida y amigos. El resto solo es ruido”, concluyó la modelo, que antes de tener un romance con Cooper mantuvo una larga relación con el astro del fútbol, Cristiano Ronaldo.
La pareja se separó en 2019 después de estar saliendo durante cuatro años y en medio de rumores sobre un romance del actor con Lady Gaga, con quien compartió pantalla en “A Star is Born” (Nace una estrella), película con la que hizo su debut como director y que le dio a su co-estrella su primer premio Oscar por “Shallow”, tema que formó parte de la banda de sonido de la producción.
Tanto el actor como la estrella de la música negaron en todo momento haber tenido una relación romántica. Pero la actuación de ambos en los premios Oscar con la interpretación de la canción “Shallow” generó más dudas. La complicidad y química traspasó la pantalla.
La cantante dijo, días más tarde, que no solo no tuvo nada que ver en la separación de Cooper e Irina, sino que su coqueteo fue todo un juego a lo Hollywood.
“Creamos una historia de amor para el público. Para mí, como intérprete y como actriz, por supuesto, queríamos que la gente creyera que estábamos enamorados. Queríamos que la gente sintiera ese amor en los Oscar”, dijo la artista neoyorquina. Una mentira que el público creyó y que terminó por coronar el éxito de “A Star is Born”, un debut fílmico que a Cooper le auguró un buen camino como director.
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