Por mucho tiempo Violeta Isfel fue un icono entre los personajes juveniles en las telenovelas. Si bien su papel más importante durante esta etapa fue Antonella en Atrévete a soñar, sus rasgos faciales y su complexión delgada y pequeña le valió de otras tantas interpretaciones del mismo tipo; sin embargo, no era secreto que Isfel se convirtió en madre cuando apenas tenía 18 años.
No fue hasta el año pasado que Violeta rompió el silencio respecto a esta parte sensible de su vida y salió a aclarar que ser madre soltera fue una decisión completamente suya. En Confesiones con Aurora Valle quiso explicar que su sueño de toda la vida fue ser madre y que la llegada de su hijo Omar le ayudó a crecer como persona en muchos aspectos.
El problema es que no todo fue miel sobre hojuelas. Violeta llegó a contar detalles de la ex-pareja con la que concibió a su hijo. Destacó sus problemas de alcoholismo y su constante ausencia desde el embarazo y hasta la fecha. En entrevista con Mara Patricia Castañeda expresó que el registro de Omar le traería problemas legales tiempo después.
Aseguró que disfrutó en muchos sentidos su embarazo, pero su golpe de realidad llegó cuando por fin había nacido su bebé. “A mí me quitan una venda de los ojos y dije ‘En la torre, ¿dónde caraj*s me metí?’. Empecé a observar a mi alrededor y dije ‘Bueno, ¿mi hijo va a aprender a decir ching* a tu madre antes de decir mamá o cómo está esto?”, relató.
Si bien cuando esto ocurrió Violeta quiso cambiar su vida y saber cómo continuar, afirmó que la familia de su ex-pareja la presionó para que registraran al bebé lo antes posible, incluso cuando ella seguía recuperándose del parto: “No me dieron chance de nada. Lo registraron de inmediato a los quince días de nacido, yo convaleciente, así me llevaron de ‘‘Ándale, ándale. Ya regístralo, ¿no?’”
A pesar de saber que no vivía en el entorno que deseaba para su hijo y que la trataban mal en la casa de sus ex-suegros, Violeta no tomó el coraje suficiente de cambiar su vida hasta que su pareja de ese entonces no sólo se molestó por escuchar a su propio bebé llorar, sino que intentó golpear a la actriz. En ese momento, algo cambió en ella, pues aseguró que solía ser bastante sumisa:
“Intentó pegarme. Me levantó la mano una noche. Yo era sumisísima, yo no decía nada. (...) Yo todo lo hacía con tal de no meterme en problemas. (...) Entonces, cuando me quita a Omar y me levanta la mano, no me preguntes cómo, pero le dije ‘Vas, pero ching*n. Si me vas a dar, dame, pero dame aquí para que se me note. Para que yo pueda presumirlo. Si no, mejor no’. (...) Me dije ‘Violeta, o nos vamos, o algo terrible va a pasar’”.
A raíz de este incidente y tras pedirle ayuda a sus padres, Violeta escapó de la casa en la que vivía. Se llevó a su hijo y sus pocas pertenencias en bolsas de supermercado. Desde entonces y hasta la actualidad, la actriz dijo que se ha esforzado de todas las maneras posibles para ser una buena madre para Omar, quien actualmente tiene más de 17 años.
Así, relató que, a pesar de que ya tenía su vida hecha al lado de su hijo, el problema de su padre resurgió cuando Omar tenía 10 años y tenía ganas de salir del país para viajar o probar nuevas experiencias. “No podía salir del país porque tenía el apellido de su papá y como el papá en algún punto intentó robárselo, pues yo corté toda comunicación con él”.
Fue por ello que hizo lo posible para pedir la patria potestad de Omar y poder dejar como su primer apellido Isfel, y no Ramírez. A pesar de toda la odisea por la que tuvo que pasar y de que el padre no quisiera responder, hubo un punto donde lograron hacer una audiencia para que pudieran llegar a una resolución y Violeta ya pudiera tomar decisiones por su hijo de manera legal.
“Omar estaba en su iPad checando (cosas). El papá estaba al lado y Omar ni se percató”. También narró que cuando le preguntaron datos de su padre a su hijo, el niño de en ese entonces 10 años respondió con bastante madurez: “(Le preguntaban) ‘Oye, ¿conoces a tu papá?’. (Él respondía) ‘No’. ‘¿Dónde está?’. ‘Quién sabe’. ¿No lo viste allá afuera?’. ‘No’. ‘¿Te gustaría conocer a tu papá?’. ‘Pues sí, pero en otro momento. Hoy no’”.
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