Incertidumbre: esa parece ser la palabra que recorre el mundo cuando se trata del posible regreso de los conciertos y espectáculos masivos durante el 2021. Este fue uno de los sectores más golpeados por la pandemia, pues las normas de bioseguridad atacan directamente la naturaleza del mismo, y ahora mira con esperanza y algo de prudente escepticismo el año que transcurre.
De acuerdo a las más recientes declaraciones del líder epidemiólogo de Estados Unidos, Anthony Fauci, el “regreso de la normalidad” se está previendo para 2022, aplazando una vez más esta tentativa fecha que a principios de enero se ubicaba entre septiembre y octubre de este año según la misma fuente.
Esto muestra un panorama poco esperanzador, pues Estados Unidos no es sólo uno de los países que alberga festivales de música más importantes para el circuito internacional de conciertos, sino que es de los países donde la vacunación comenzó primero y va más avanzada.
La vacuna parece ser la luz al final del túnel y es a lo que apuntan los organizadores de grandes eventos en todo el mundo cuando son cuestionados sobre el regreso de los conciertos para este año. Pero el avance de las inmunizaciones es lento y hay más personas necesitando ser vacunadas que vacunas disponibles, eso sin contar las particularidades de cada país, su capacidad de acceder a las escasas vacunas y de distribuirlas de manera eficiente entre su población.
Aunque no hay un consenso, la mayoría de expertos epidemiólogos dicen que para alcanzar una inmunidad colectiva entre el 70% y el 90% de la población debe vacunarse y aún en ese escenario el uso de la mascarilla y la distancia social sigue siendo necesaria para evitar nuevos picos del virus que entre otras cosas ha mutado en distintas variantes que afectan la efectividad de las mismas vacunas.
De acuerdo con Danielle Ompad, profesora asociada de epidemiología especializada en enfermedades infecciosas en la Escuela de Salud Pública Global de la Universidad de Nueva York los retos de la vacunación en Estados Unidos y en el mundo pasan por garantizar la cantidad de vacunas suficiente para toda la población y que la mayor parte de la población esté dispuesta a dejarse vacunar.
Advierte también que estar vacunado puede evitar que las personas se enfermen gravemente y disminuir considerablemente las muertes, pero todavía no es claro si eliminen totalmente el riesgo de contagio.
“Debido a que hay complicaciones que no tuvimos el verano pasado, no tengo tantas esperanzas de que los conciertos en vivo regresen por lo menos durante un año más, al menos aquellos a los que me sentiría segura de asistir”, afirmó Ompad en declaraciones entregadas a VICE.
Bajo este panorama los grandes conciertos a nivel mundial enfrentan el reto de reinventarse o verse en la penosa necesidad de cancelarse por segundo año consecutivo.
Los gigantes caído
Este año Glastonbury celebraría 51 años de vida, pero la fiesta por el medio siglo llevando música a miles de fanáticos será pospuesta un año más. Ya en 2020, en pleno auge de la pandemia, la edición 50 tuvo que ser cancelada.
A finales de enero las esperanzas del Glastonbury 2021 quedaron oficialmente sepultadas después de la comunicación oficial del festival anunciando su cancelación.
“Pese a nuestros esfuerzos por remover cielo y tierra, simplemente no podremos organizar el festival este año”, dijeron Michael y Emily Eavis organizadores del evento en un comunicado difundido en Twitter.
El mítico festival de Reino Unido, considerado uno de los eventos al aire libre más grandes e importantes del mundo, reúne cada verano más de 200 mil espectadores en tres días de música y se venía realizando anualmente sin interrupciones desde 1970 en el último fin de semana de junio hasta el fatídico 2020, que traía un cartel con artistas de la talla de Paul McCartney, Taylor Swift, Kendrick Lamar y Diana Ross.
Su cancelación para este año marca un derrotero de lo que será el primer semestre del 2021, y las apuestas para el circuito de verano que en su mayoría se han ido cancelando. Semanas antes de hacerla oficial, Paul McCartney, quien se esperaba que repitiera lineup en la versión de este año, ya había mostrado su pesimismo en declaraciones a The Rolling Stones: “Me gustaría estar en Glastonbury 2021, pero para este año no veo a 100.000 personas en un festival”.
Así como Glastonbury, otro gigante del circuito de los festivales de primavera-verano, coachella, que estaba programado para los fines de semana del 9 al 11 y del 16 al 18 de abril, fue definitivamente cancelado para su edición de este año.
El Festival de Música y Artes de Coachella Valley se realiza en Indio, California (Estado Unidos) desde 1999 y el año pasado intentó sin éxito posponer sus fechas para fin de año tras el aplazamiento inicial de su edición 21 debido a la pandemia. Este año, sin embargo, una directriz de la oficina del doctor Cameron Kaiser, responsable de la salud pública del condado de Riverside, a la productora Goldenvoice -que organiza el festival- terminó de sepultar la esperanza de llevar a cabo el evento.
“El Coachella Valley Music and Arts Festival y el Stagecoach Country Music Festival actualmente programados para abril de 2021 quedan cancelados. Esta orden se emite como resultado de la epidemia mundial de la enfermedad COVID-19, también conocida como el nuevo coronavirus, que ha infectado al menos a 100.418.923 individuos en todo el mundo en 192 países y está implicada en más de 2.161.547 muertes en todo el mundo a partir de esta orden. El condado de Riverside tiene 266.849 casos confirmados y 2.970 muertes”, dice el comunicado.
Dicen las autoridades sanitarias que un evento de tales magnitudes “harían inviable, si no imposible, el seguimiento de las personas que pudieran estar en riesgo”.
De acuerdo con las últimas cifras publicadas por el festival, en su edición de 2017 a Coachella asistieron 750 mil personas en los dos fines de semana, y recaudó una cifra récord de 115 millones de dólares.
El Festival Stagecoach, que se realiza en el mismo lugar de coachella y estaba programado del 23 al 25 de abril, movió en 2019 unas 80 mil personas por día.
Así como los grandes festivales, los otros más pequeños que también estaban programados para la primavera y el verano están siendo cancelados en todo el mundo.
El panorama en Latinoamérica
La suerte de los grandes festivales latinoamericanos aún es incierta.
Rock in Rio en Brasil está programado para el 24, 25, 26 y 30 de septiembre, y el 1,2,3 de octubre.
De todos esos días, la organización del festival sólo ha anunciado artistas para uno, el “Metal Day” del 24 de septiembre que contaría con Iron Maiden, Dream Theater, Megadeth, Sepultura y la Orquesta Sinfónica de Brasil, en su escenario principal y con Living Color ft Steve Vai en el escenario atardecer.
En Brasil los rumores de cancelación son fuertes, hasta el punto de tener que ser desmentidos por el festival en un comunicado donde afirman que todo sigue de acuerdo al plan y confían en el avance de la vacunación para garantizar la seguridad sanitaria durante el evento.
En el comunicado los organizadores de Rock in Rio dicen que están “con mucha esperanza y fe” y que “está viendo el avance de las vacunas y confiado en la posibilidad de realizar el festival”.
“Fabricaremos muchas máscaras, distribuiremos alcohol en gel y seguiremos los protocolos”, agregan.
Sin embargo el tiempo avanza y la incertidumbre se mantiene para un evento de la envergadura del Rock in Rio. De acuerdo con periodistas especializados de Brasil, como Lauro Jardim, abril sería el mes decisivo para definir la suerte del festival.
Otros grandes evento en el continente como el Festival Viña del Mar en Chile, los carnavales de Rio de Janeiro (Brasil) y de Barranquilla (Colombia) fueron definitivamente cancelados, dejando multimillonarias pérdidas.
El Festival Estéreo Picnic de Colombia y el Vive Latino de México están pautados para septiembre. Y las ediciones chilenas y argentinas del Lollapalooza, para fin de año. En Argentina, de hecho, se celebrará del 26 al 28 de noviembre.
*Un ‘ritual’ esencial
“El show en vivo es un ritual de encuentro, es además el punto sobre el cual todo ese ecosistema sonoro tiene una posibilidad de ser viable desde una perspectiva económica”, dice Álvaro Gonzáles Villamarín, más conocido como ‘El Profe’, uno de los locutores y periodistas musicales más reconocidos de Colombia.
‘El Profe’ que dirige Radiónica, emisora pública de música alternativa e independiente, y organiza el Concierto Radiónica, que anualmente reúne a lo mejor de la escena independiente colombiana, habló con Infobae sobre lo difícil que ha sido la pandemia para la industria musical en todos sus niveles y las esperanzas de que por fin vuelvan los shows en vivo.
“La música en vivo es un elemento muy importante de la construcción de un mercado, pero también de la memoria artística, estética y cultural que forma parte de ese mercado del entretenimiento”, apunta.
Para él la fe está puesta en el segundo semestre del año, en los circuitos que mundialmente se anuncian entre septiembre y diciembre, los cuales todavía aguantan sus fechas esperando que la vacunación avance y las normas de cada país permitan que vuelvan los eventos masivos.
Destaca algunos eventos en Argentina, de bandas como Eruca Sativa, que se han aventurado a tocar de nuevo frente a público, en eventos a campo abierto y con control de aforo. Apuestas que ponen a prueba la creatividad de los artistas y promotores de conciertos para mantenerse activos.
“Hay que crearse alternativas que sean muy valientes y no dejar morir la música. Nos hace mucha falta la música en vivo, es uno de los rituales culturales que más hacen falta”, reitera.
Parte de esa reinvención también pasará por buscar garantías para que quienes asistan a los conciertos se sientan seguros, y para que los mismos festivales y eventos puedan desarrollarse encontrando alternativas que respeten los protocolos de bioseguridad que existan en los países o ciudades donde se realizan.
Una medida que toma fuerza en el mundo es la exigencia de los certificados de vacunación para acudir a eventos, hasta el punto que la empresa Ticketmaster, una de las más grandes a nivel mundial en venta de boletería para eventos, está explorando la posibilidad de ampliar sus ventas de entradas digitales para incluir opciones para los organizadores que deseen exigir que los asistentes estén vacunados.
El problema va más allá de los grandes eventos, dice Villamarín, pues la falta de shows en vivo regulares, como los circuitos nacionales y locales de cada país y ciudad, que no son masivos afectan particularmente a las bandas y artistas nuevos, independientes o emergentes, los cuales dependen mucho del show en vivo para desarrollarse.
“Todo proceso artístico nuevo necesita el espectáculo en vivo para seducir, convencer y crecer. Paso un año donde muchas bandas no pudieron reflejar sus proyectos ante los públicos”, señala.
Esto en particular en Colombia dice que golpeó a toda una generación de bandas que estaba empezando a tomar fuerza a nivel nacional y algunas internacional cuando llegó la pandemia y ese parón podría ser fatal, en el peor de los casos, para muchas de ellas.
“Para las bandas emergentes siempre va a ser muy difícil no poder tocar, y es una generación muy dependiente del show en vivo para desarrollarse. Hay que ponerle atención a una nueva generación que el mundo podría perder y sería terrible”, resalta.
Pero así como ha traído problemas, de las crisis surgen oportunidades, sobre todo para el arte, y esto también lo destaca Villamarín, que resalta el “material sonoro interesante, sobre todo a nivel de letras” que ha surgido en medio de la pandemia.
Los eventos virtuales, y los experimentos de presencialidad controlada para volver al show en vivo también son destacados como reinvenciones de la industria musical para no perder el contacto con el público, parte fundamental de su esencia.
“Cuando pasen todos estos extraños tiempos, los shows en vivo van a tener muchas características nuevas. Creo que vamos a comenzar a tener bandas con interpretaciones y puestas en escena bastante arriesgadas. Toda crisis trae una oportunidad y más para el arte como tal”, sentencia ‘El Profe’.
Entonces, ¿volverán los conciertos? Ni ‘El Profe’ Villamarín ni ningún organizador de eventos en el mundo se atreve hoy a dar una respuesta definitiva, pero todos los amantes de la música estamos expectantes y guardando la esperanza.
“Tengo esperanzas porque amo la música y no quisiera perderla, es algo que extraño y valoro. Cada concierto que viví antes de pandemia es una experiencia de vitalidad y trascendencia”, dice Villamarín y creo que estamos de acuerdo.
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