Chiquis Rivera sufrió un susto el pasado viernes cuando le dieron a conocer que el avión en el que estaba a punto de viajar, tenía una avería. Afortunadamente esta fue detectada a tiempo y ella pudo descender de la nave.
A través de sus historias de Instagram, la cantante reveló las noticias a sus seguidores y les explicó que se encontraba en el aeropuerto de Miami.
“Pues todo pasa por algo. Nos acabamos de bajar del avión que alguna parte no servía, quisieron arreglarla y no se pudo, así que aquí estamos en Miami en el aeropuerto”, comenzó la cantante.
A pesar de lo sucedido, Rivera explicó que sacaría provecho de la situación y disfrutaría con sus amigos de algunas bebidas. La cantante agregó que le contó a su abuela de lo sucedido y ella destacó que Dios controla las cosas.
“¡Bebidas! ¡Extraño el tequila! Hey, tenemos que hacer lo mejor de cada situación, ya ni modo. Ahorita mi abuelita me acaba de decir: ‘Dios tiene el control y él sabe por qué’, porque yo me bajé y nos bajamos”, finalizó.
Sus seguidores le enviaron mensajes de alivio al saber que todo estaba bien, y muchos más escribieron corazones y sus buenos deseos en su cuenta de Instagram.
Mientras tanto, ella disfrutó de la compañía de sus amigos, aunque en el avión expresó un poco de arrepentimiento por la cruda que tenía. Tras haber llegado a Miami, se fue a disfrutar unos tacos.
El sábado por la mañana, la hija de Jenni Rivera decidió ejercitarse y “quemar” los tacos y el alcohol que ingirió el día anterior. Aunado a esto, para hacer su rutina de box, la intérprete decidió utilizar una sudadera con el rostro de su fallecida madre.
Se evitó otra tragedia
Fue la noche del 8 de diciembre de 2012 cuando Jenni ofreció un apoteósico concierto en la Arena Monterrey ante más de 17 mil personas, quienes no imaginaban que el show sería el último en la vida de la “Diva de la banda”.
“Ella dice ‘qué bueno que están los medios de comunicación grabando (el concierto) porque yo mañana voy a ser noticia. En ese concierto Jenni se la pasó como nunca, cantaba y lloraba, volteaba mucho al cielo, agradecida con Dios”, dijo el conductor Javier Estrella al programa “En sus batallas”. El recital que Jenni ofreció sobre un escenario en forma de cruz, hecho que no pocos tomaron como “una premonición” de lo que vendría después.
Apenas unos minutos después de haber despegado del aeropuerto en Monterrey se perdió contacto con la aeronave en la que también viajaban Arturo Rivera, representante de Jenni; Mario Macías, su abogado; Jacob Llenares, su maquillista; Gerardo “N” y los pilotos Miguel Pérez y Alejandro Torres.
Comenzaron entonces horas de angustia para familiares y seguidores de Jenni hasta que la tragedia se consumó.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó la tarde de aquel domingo que habían hallado el avión en el rancho “El Tejocote”, municipio de Iturbide -en el estado norteño de Nuevo León.
El Learjet quedó destrozado y las autoridades acabaron de tajo con cualquier esperanza: no hubo sobrevivientes.
Hasta aquel lugar comenzó una peregrinación de seguidores de Jenni. Ropa, fotos, identificaciones estaban regadas por todo el terreno. Comenzaron las muestras de dolor ante la tragedia, pero sobre todo las expresiones de cariño a la intérprete que puso su voz a millones de mujeres.
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