Damián Alcázar, el destacado actor mexicano de cine y televisión, fue halagado por el presidente Andrés Manuel López Obrador por sus ideales sociales, pero detrás de su carrera política hay una oscura historia de desatención de sus funciones públicas.
Damián Alcázar inició su carrera como actor de teatro, para después pasar en cine y llevar su carrera hasta la cima del reconocimiento nacional e internacional.
Entre sus más destacados trabajos están “Lolo” de Franciso Athié, “Dos crímenes” de Roberto Sneider, así como las cintas “La Ley de Herodes”, “Un mundo maravilloso”, “El infierno” y “La dictadura perfecta” de Luis Estrada.
Por su trabajo en la pantalla grande se ha hecho acreedor a diversos premios Ariel como mejor actor, mejor coactuación masculina, premio Mayahuel al mejor actor, un premio en el Festival Internacional de Cine de Valladolid como mejor actor, la India Catalina de Oro a Mejor Actor, un premio en el Festival de Cine de Luna por mejor actor, en el Festival Internacional de Cine de Miami por mejor actor, la Diosa de Plata a mejor actuación y un premio ACE a mejor actor.
A pesar de su formación como actor de teatro en el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Centro de Experimentación Teatral y la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, el mexicano tiene también experiencia en la política nacional.
El actor fue electo como uno de los 100 diputados de la primera Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, encargada de elaborar la Constitución que rige actualmente a la capital y llegó a través de la representación proporcional del voto directo, respaldado por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), entonces dirigido por Andrés Manuel López Obrador.
Fue el día 29 de enero de 2016 cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se declaran reformadas y derogadas diversas disposiciones en materia de la reforma política de la CDMX, de acuerdo con el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados.
Algunos de sus compañeros de bancada fueron Javier Jiménez Espriú, Irma Eréndira Sandoval, Jesús Ramírez Cuevas, Bertha Luján, Aristeo López Pérez, Gabriela Rodríguez, Bruno Bichir y Héctor Bonilla.
Finalmente, la asamblea se instaló el 15 de septiembre de 2016, y la fecha límite para la aprobación de la Constitución capitalina fue el 31 de enero de 2017, aprobándose ese mismo día y entrando en vigor el 17 de septiembre de 2018.
Sin embargo, el actor fue exhibido como uno de los grandes “faltistas” dentro del proyecto. De acuerdo con La Jornada, la mesa directiva de la constituyente presentó, a través de una solicitud, los datos de inasistencias a sus diversas sesiones de trabajo y Damián Alcázar destacó por únicamente presentarse a la instalación para tomar protesta, informó el periodista Raúl Llanos Samaniego.
Además, el presidente del partido Encuentro Social, Hugo Eric Flores Cervantes, lo exhibió por asistir a únicamente cuatro sesiones de 16 entre septiembre y diciembre de 2016, con una ausencia de tres meses, recopiló el periódico Excélsior.
En este contexto, el actor únicamente aseguró que sus faltas fueron por trabajo, pero seguía pendiente de los avances a través de internet. Fue su compañero Héctor Bonilla quien confirmó al diario La Razón que Alcázar fue llamado a las grabaciones de una serie en Colombia.
Esa serie fue la tercera temporada de “Narcos”, a cargo de la plataforma de streaming Netflix. En su última temporada hasta el momento, Damián representó al traficante Gilberto Rodríguez, el “Ajedrecista”, líder del cártel de Cali.
El medio reveló, además, que un total de seis faltas se debieron a una gira que tuvo por diversas ciudades del país para presentar una obra de teatro.
Tras darse a conocer estos datos, Alcázar pidió licencia para salir definitivamente del cargo. Alejandro Encinas, presidente de la mesa directiva, aprobó la misma el 11 de enero de 207, dando entrada a Jaime Rojo como suplente.
Sin embargo, el actor continuó brindando su apoyo al ahora presidente López Obrador, con quien se reunió en fechas recientes junto a Epigmenio Ibarra.
El jefe del ejecutivo federal los consideró “Auténticos defensores de la 4T” y consideró que “no presumen ser de izquierda y lo son; tampoco, como otros, fingen ser liberales y actúan como conservadores”.
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