A un año de haberse propagado la pandemia por coronavirus que a la fecha continúa azotando al mundo, y derivado de la cual se tuvieron que hacer diversas modificaciones al estilo de vida de la población, entre ellas el aislamiento y una reducción en la interacción social, las manifestaciones alternas continúan manifestándose.
Y es que la crisis mundial por la pandemia de COVID-19 ha impactado en diversos ámbitos, entre ellos el financiero y el anímico, pues al reducirse la actividad económica, muchos sectores se han visto perjudicados. El ambiente artístico no es la excepción, pues al verse acotadas o canceladas las producciones de espectáculos, especialmente aquellos presenciales, desafortunadamente se ha generado que muchos actores se hayan quedado sin sus fuentes principales de ingresos.
Tal es el caso del actor cómico Ricardo Hill, a quien la pandemia no solamente lo está afectando en el aspecto económico, sino en el emocional, pues al verse sin trabajo el actor ha tenido que recurrir a la terapia psicológica y al consumo de pastillas antidepresivas debido a los episodios de ansiedad y depresión que ha presentado en los últimos meses.
“A veces me dan así como que escenas de ansiedad, no sé bien qué hacer, (ando) de un lado para otro, dando vueltas, se me quita el hambre, la depresión es muy fea, la ansiedad es terrible, la depresión, el no poder dormir, estar pensando en cosa y media, tarugada y media. Yo creo es lo peor que he pasado en toda mi vida”, reveló el comediante en una entrevista vía videollamada con el programa Ventaneando.
Hill, conocido masivamente por su trabajo como “El Tícher”, personaje de imitación del periodista Joaquín López-Dóriga, admitió que en más de tres décadas de trabajo ininterrumpido nunca le había tocado pasa un periodo tan largo sin laborar ni percibir ingresos.
“En 36 años de carrera artística nunca me había pasado que no tuviera chamba y ahora con todo un año casi sin chambear, está muy perro el asunto”, añadió el comediante de 60 años, quien también se ha desempeñado como actor de doblaje para diversas caricaturas y programas.
Ricardo admitió haber tenido frecuentemente algunas ideas que, aunque no consideró suicidas, sí le plantean la posibilidad de “no vivir”:
“También esos pensamientos de no vivir son muy recurrentes, no de quitarse la vida, sino de no vivir, pues, para qué quitárselos de encima”, reveló.
El actor se dijo afortunado por poder estar tratando su situación anímica gracias a los servicios que le facilita la Asociación Nacional de Actores, cuyo servicio médico le ha permitido hacer frente a su padecimiento.
“Afortunadamente tengo el servicio de la ANDA, no pago más que un pase de 200 pesos que incluye la atención y las medicinas. (Tomo) antidepresivos y para dormir, para conciliar el sueño, porque sí de repente no podía dormir, con estas medicinas ya puedo”, añadió.
La dura situación económica por la que atraviesa lo orilló a vender su vehículo, pues continúa apoyando a sus hijos en su educación universitaria.
“Pues sí, lo tuve que hacer para pagar deudas, tengo dos hijos en la universidad todavía entonces tienen carreras muy demandantes, los dos van para ciencias”, dijo el actor y bromeó con la idea de que está subsistiendo “de milagro”.
Tengo algunos ahorros todavía, pero cada vez son menos, entonces yo estoy preocupado. Les hago un atento llamado a los productores a que me inviten a trabajar, ya puedo trabajar, aquí estoy a sus órdenes para chambear
En marzo de 2020, Hill preocupó al público al revelar su estado de salud frente a la enfermedad de EPOC, padecimiento que lo mantuvo postrado en cama: “No tengo coronavirus, tengo EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Estoy en casa, llevo un mes en cama. En unos días veo a mi internista para ver el tratamiento”.
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