Paris Hilton ofreció un emotivo testimonio ante la Comisión de Justicia Criminal de la Legislatura estatal de Utah sobre el abuso que sufrió hace años en la escuela Provo Canyon, un internado del estado, cuando tenía 16 años. “Hablar de algo tan personal fue y sigue siendo aterrador”, dijo ante el comité. Es y fue una experiencia traumatizante que todavía hoy, 22 años después, le sigue provocando pesadillas. “Ojalá pudiera decir que fue solo un sueño, pero no es así”.
Hilton, de 39 años, compareció ante la comisión el lunes para alegar que los niños fueron “inmovilizados, golpeados, arrojados contra las paredes, estrangulados y abusados sexualmente con regularidad” en dicha institución y para presionar a favor de la creación de un proyecto de ley que exija más supervisión gubernamental en este tipo de instituciones.
La medida fue aprobada por unanimidad tras el testimonio de Hilton y de otras víctimas.
“No puedo irme a dormir por la noche sabiendo que hay niños que están experimentando el mismo abuso por el que pasamos tantos otros y yo”, dijo Hilton ante las autoridades locales. Y pidió al presidente Joe Biden y a los líderes del Congreso que tomen medidas a nivel federal. “Este es solo el primer paso”, dijo Hilton a los periodistas. “Este proyecto de ley definitivamente ayudará a muchos niños, pero obviamente hay más trabajo por hacer y no voy a detenerme hasta que ocurra el cambio”.
Su peor pesadilla
“Mi nombre es Paris Hilton, soy una sobreviviente de abuso institucional, y hablo hoy en nombre de los cientos de miles de niños que actualmente se encuentran en centros de atención residencial en los Estados Unidos”, así empezó su emotivo testimonio en su comparecencia ante el comité del Senado estatal en el Capitolio de Utah.
Luego recordó cómo empezó todo. Fue hace 23 años, entonces solo tenía 16 años. “Durante los últimos veinte años, he tenido una pesadilla recurrente en la que dos extraños me secuestran en medio de la noche, me registraron sin ropa y me encerraron en una instalación. Ojalá pudiera decirles que esta pesadilla inquietante fue simplemente un sueño, pero no lo es“.
Cuando tenían 16 años, Hilton fue enviada a la escuela Provo Canyon durante once meses, donde dice que fue abusada mental y físicamente, recordando que los miembros del personal la golpeaban, la obligaban a tomar pastillas, la miraban mientras se duchaba y la enviaban a confinamiento solitario sin ropa como castigo.
“Sin un diagnóstico, me vi obligada a consumir medicamentos que me hicieron sentir entumecida y agotada. No respiré aire fresco ni vi la luz del sol durante once meses”, relató.
Pero lo peor era el momento de la ducha. “Cada vez que usaba el baño o me duchaba, se monitoreaba. A los 16 años, cuando era niña, sentí sus ojos penetrantes mirando mi cuerpo. Era solo una niña y me sentía violada todos los días”, narró Hilton.
Soy una prueba de que el dinero no protege contra el abuso
“Cuento mi historia no para que alguien se sienta mal por mí, sino para arrojar luz sobre la realidad de lo que sucedió entonces y sigue sucediendo ahora. Las personas que trabajan, dirigen y financian estos programas deberían avergonzarse de sí mismas. ¿Cómo pueden las personas vivir consigo mismas sabiendo que este abuso está ocurriendo?”, expresó Hilton en su pedido a las autoridades y al presidente estadounidense para que sometan a escuelas como Provo a un seguimiento más estrecho.
La heredera de la cadena hotelera Hilton también habló sobre su traumática experiencia en un documental titulado This is Paris que fue lanzado el año pasado.
La institución está ahora bajo un nuevo propietario, y la administración ha dicho que no puede comentar nada sobre lo que sucedió antes del cambio, incluido el tiempo de Hilton allí.
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