Con un mensaje extenso y un tierno collage de su esposo de niño junto a otra más reciente, fue como Andrea Legarreta inició la celebración de cumpleaños de su esposo, el actor y cantante Erik Rubín. Esta vez era un festejo especial, puesto que el ex Timbiriche llegó a los 50 años.
El matrimonio de Legarreta y Rubín es de los más emblemáticos entre la gente del medio en México, puesto que llevan 20 años juntos, formaron una familia estable y hasta la fecha se les puede ver como una pareja sólida y muy romántica. Ambos se han acompañado y no dudan en aprovechar los días especiales para derramar miel en redes sociales con fotos donde están muy abrazados, sonrientes o al lado de sus hijas.
En esta ocasión, Andrea le contó a sus seguidores que su “peloncito” llegó a la mitad de un siglo: “¡¡Felices 50, amorcito!! ¡¡Celebro cada instante de tu vida!! ¡Te amo y te admiro tanto!”. Durante todo el mensaje le reiteró lo mucho que lo amaba, pero al mismo tiempo que lo admiraba y no dudó en mencionar varias de las razones por las que lo hacía.
“Admiro tu fortaleza, esa capacidad de levantarte cuando la vida te hace tropezar. Admiro tu pasión y talento por lo que haces y el amor, creatividad, compromiso y entrega que dedicas a cada proyecto, a cada sueño... ¡¡Eres incansable!!”, escribió la también actriz de novelas.
A ojos de Legarreta, Erik es un hombre dedicado y disciplinado, con una gran fortaleza para hacerle frente a las adversidades y seguir adelante sin importar lo que se le ponga en frente: “A pesar de muchos momentos duros que has pasado en estos 50 años, sigues de pie y en la lucha por ser y mantenerte siempre como un buen hombre...”.
No hay que olvidar que Andrea ha compartido un tiempo considerable de su vida al lado de Erik Rubín y que, como toda pareja, han tenido altibajos. De cualquier modo, no se mostró arrepentida por todos los años que ha estado con el cantante: “Te agradezco por todo lo vivido, aprendido, crecido, sufrido y gozado juntos... Agradezco que, a pesar de difíciles pruebas, sigamos acompañándonos hombro con hombro, ¡corazón con corazón!”.
De igual modo, no perdió de vista algunas características más que le parecían atractivas de su esposo, amigo y confidente: “¡¡Estás INCREÍBLE en todos sentidos!! ¡¡Fuerte!! ¡¡¡Sano!! ¡¡Joven de mente y espíritu!! Amo haber sido testigo de tu crecimiento espiritual y artístico”, y es que Andrea, si bien no estuvo durante su apogeo como integrante de la afamada banda Timbiriche, lo acompañó en el reencuentro de dicha agrupación, en su proyecto de Sasha, Benny y Erik, así como en sus trabajos como solista. Aun así, pareciera que el tiempo no pasara factura en el cantante si Andrea consideró que estaba tan enérgico como hace 20 años.
Incluso se mostró agradecida por los diferentes papeles que tiene Erik en su vida, entre ellas como el padre de Mia y Nina: “Amo que seas el padre que eres para nuestras hijas y el esposo que eres conmigo... Mi amor, amigo, compañero, socio, equipo, porrista, apoyo incondicional...”, enlistó.
Así, Legarreta cerró su conmovedor mensaje con nada más que buenos deseos para su enamorado y compañero de vida: “¡Le pido a Dios te regale muchos años más para crear y cumplir más sueños! ¡Para seguir escuchando tu voz y seguir creando más historias y recuerdos!”.
La historia de amor de Andrea y Erik empezó cuando se conocieron por amigos en común. Ya desde entonces eran visto por la opinión pública como un dúo inseparable, mismo que anunció su boda a tan sólo tres meses de haber iniciado su noviazgo. Así, consumaron su matrimonio en una romántica celebración en Acapulco, Guerrero.
Hace unos meses cumplieron 20 años de matrimonio donde mostraron en sus respectivas redes lo fuerte que era su lazo y que iban para más años juntos. Sin embargo, todo ese tiempo compartido ha tenido sus debidas complicaciones entre rumores sobre enfermedades e incluso infidelidades.
De hecho, Legarreta llegó a confesar en una entrevista con Yordi Rosado que estuvo a punto de separarse de su esposo:
“Nosotros hemos tenido alguna racha en donde (debíamos) tomar la decisión de ‘¿Qué onda? ¿Hasta aquí? ¿Seguimos o ya?... O sea, ¿ya? Estuvimos a punto y de pronto... No sé, no sé qué es Yordi. Yo termino por pensar que es el amor, de pronto dices ‘¿Qué será?, ¿la costumbre?, ¿será la comodidad?, ¿el ahorrarte irte a otra casa? ¿Y ahora qué?, ¿y las niñas?, ¿y cómo te vas a dividir?’”.
Afortunadamente para ellos, lograron superar ese problema y han continuado con su vida matrimonial de ensueño.
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