Antes de abandonar el poder, Donald Trump indultó a 73 personas y conmutó las sentencias de otras 70, entre los que se encuentran su ex consejero Stephen K. Bannon, el antiguo director financiero de la Organización Trump, Elliott Broidy, el ex alcalde de Detroit Kwame Kilpatrick y los raperos Lil Wayne y Kodak Black.
Lil Wayne, cuyo nombre real es Dwayne Carter Jr., apoyó públicamente a Trump en la campaña previa a la reelección, al decir que respaldaba el programa de reforma de la justicia penal y el plan económico del líder republicano para los afroamericanos.
Carter, cuyo sencillo de 2016 “No Problem” ganó el Grammy a la Mejor Interpretación de Rap, se declaró culpable el mes pasado de poseer ilegalmente una pistola cargada y bañada en oro cuando su avión alquilado aterrizó en Miami en diciembre de 2019. Se enfrentaba a una sentencia de hasta 10 años en prisión y estaba a la espera del fallo. El indulto anula tanto los cargos como el proceso judicial que los sigue.
Otro músico beneficiado con los perdones de Trump fue Kodak Black. Este fue incluido en la lista de las 70 personas a las que se les conmutó la pena. Había sido sentenciado a 46 meses de prisión por posesión ilegal de armas de fuego y falsificar los documentos federales que se necesitan para acceder ellas. Black, de 23 años, nacido como como Bill Kahan Kapri, está en una prisión federal y lanzó el álbum “Bill Israel” desde la cárcel.
El artista, que ya ha cumplido casi la mitad de su sentencia, buscaba una liberación compasiva y su conmutación fue apoyada por líderes religiosos, otros raperos y atletas.
La Casa Blanca explicó por qué Trump decidió conmutar su pena. “Se involucró profundamente en numerosos esfuerzos filantrópicos. Se ha comprometido a apoyar una variedad de esfuerzos caritativos, como proporcionar recursos educativos a los estudiantes y familias de los agentes de la ley caídos y los desfavorecidos”, sostiene el comunicado.
A pesar de las especulaciones de los medios locales, la lista de indultos y clemencia no incluyó al protagonista de la serie de Netflix “Tiger King”, Joe Exotic, quien cumple una condena de 22 años de prisión por conspirar para matar a una rival y crueldad animal.
Otra personalidad del mundo de la música que recibió un indulto fue la actual directora ejecutiva de la discográfica Roc Nation, Desiree Pérez, quien fue arrestada en 1994 por posesión de drogas y en 1998 por hurto mayor y posesión de un arma de fuego. En 2019, la nativa del Bronx fue nombrada directora de la disquera, la compañía de entretenimiento fundada por el rapero convertido en magnate Jay-Z, que alberga a artistas como Rihanna, Alicia Keys, Megan Thee Stallion, Meek Mill y DJ Khaled, entre otros.
Durante su arresto se convirtió en colaboradora de la DEA y en ese momento, aceptó llevar un micrófono para grabar sus reuniones con los traficantes de cocaína. Con su trabajo encubierto ayudó a las autoridades a desbaratar bandas criminales.
“Desiree Perez estuvo involucrada en una conspiración para distribuir narcóticos”, establece la declaración de la Casa Blanca, haciendo referencia a su arresto por intención de distribuir cocaína. Asimismo, el comunicado añade que “desde su condena, ha asumido plena responsabilidad por sus acciones y ha cambiado su vida. Ha tenido un empleo remunerado y ha sido defensora de la reforma de la justicia penal en su comunidad”.
En 2019, fue “Ejecutiva del año de Women in Music” para la revista Billboard.
Ken Kurson, socio de Jared Kushner y Rudy Giuliani y ex editor en jefe del New York Observer que fue condenado por acoso cibernético, también recibió un indulto al igual que Hillel “Helly’ Nahmad”, el multimillonario coleccionista de arte, quien fue procesado por dirigir una operación ilegal de apuestas desde su apartamento en la Trump Tower. La historia apareció en la película “Molly’s Game”, protagonizada por Jessica Chastain.
Los indultos alcanzaron además al cofundador de la discográfica Death Row Records, Michael Harris, que estaba cumpliendo una sentencia de 25 años a cadena perpetua por intento de asesinato y secuestro en 1988. A principios de mes se informó que el rapero Snoop Dogg estaba haciendo campaña para que Trump lo perdonara después de más de tres décadas tras las rejas en un centro penitenciario federal en Lompoc, California.
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