Gladys González, madre de Julio Camejo, falleció este miércoles 13 de enero a causa de un infarto a los 83 años de edad. El actor le dedicó un par de publicaciones dentro de su cuenta de Instagram el mismo miércoles.
En la primera publicación, el actor compartió un video en donde se puede apreciar a sus padres bailando con vestuarios para bailar salsa y moviéndose al ritmo de “Suavecito”.
“La última de las rumberas, Gladys González, “la mujer de Antonio” hoy está bailando junto a mi padres una vez más. Me quedo con todo lo grande que me dejaron. Y gratitud porque gracias a ustedes soy el hombre, el padre, el artista y la persona que soy”, escribió Camejo en su cuenta de Twitter.
En una segunda publicación el actor expresó que no contaría acerca de la muerte de su madre, sino que describiría el cómo fue cuando aún vivía. Camejo explicó que su madre siempre lo impulsaba en todos los aspectos de su vida.
“No les voy a decir cómo murió, les voy a contar cómo vivió esta gran mujer. María Gladys González Camejo, mi madre, su último mensaje fue ayer y me dijo: ‘dí una clase en línea y a los muchachos les gustó’. Hoy en la mañana me incitó a salir a correr”, comentó.
El actor recordó lo mejor de su carrera como bailarina y además, de las acciones y los sacrificios que tuvo que tomar como madre.
“Deja tú la gran bailarina que fue, la gran coreógrafa que fue, que en medio de la Guerra Fría, coreografaba [sic] al Bolshoi y al American Ballet Theatre. El pedazo de mujer, pedazo de madre, pedazo de esposa que fue [...] Yo nunca entendí por qué, cuando todo el mundo desayunaba medio pan en Cuba, yo tenía un pan. Era porque mi papá y mi mamá se quitaban su medio para empanarnos a nosotros, lo entendimos de grandes”, expresó Camejo.
Camejo expresó que siente dolor por la gran pérdida, pero que por lo pronto prefiere recordarla y tener en mente los consejos que le dio en vida. Incluso recordó una anécdota reciente en donde él se quejó del cansancio que tenía debido a su trabajo, por lo que no quería ejercitarse. Pero ella le dijo que llevaba 74 años trabajando y aún así seguía.
“Puedo cerrar los ojos y sufrir, obvio que hay un vacío pero prefiero abrir los ojos, mi gente y recordarla por lo grande que fue, por su enseñanza, porque siempre me incitó a dar lo mejor de mi, a ser un buen padre. Pero sobre todas las cosas me decía: ‘antes de pensar en tu bien personal, piensa en el bien de la gente’. Y me voy con eso, me voy con su alegría, con esa sonrisa tan definitiva”, expresó.
Camejo agradeció a todos quienes le expresaron su dolor, pero finalizó su discurso con una petición a sus seres queridos: que recordaran a su madre feliz.
“A todos sus amigos, a todos sus alumnos del Tec de Monterrey, a toda la gente que me ha hablado. Gracias por sus mensajes. Evidentemente hay un dolor, una pena. Pero si la quieren recordar, mi gente, recuérdenla con un traguito de ron, recuérdenla bailando salsa o un danzón. Y recuérdenla con una sonrisa, porque ella era lo que quería, que la recordaran siempre sonriendo y así va a ser”, aseveró.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS