En 1961 la cadena CBS apostó por mostrar un concepto distinto en la barra estelar de su programación, pues tras el éxito de series como Los Picapiedra (The Flintstones) y Los Supersónicos (The Jetsons), programas dirigidos a todo público que plasman las vivencias cotidianas de una clásica familia estadounidense, la compañía presentó Don Gato (Top Cat), un serial animado que cuenta el día a día de un grupo de felinos vagos en los callejones de Manhattan que buscan ganarse la vida de la forma más fácil: sin trabajar.
En una época donde los titulares de los periódicos neoyorquinos alarmaban sobre la lucha entre grupos gansteriles y la policía, la serie de Hanna-Barbera reflejó lo propio mostrando siempre la superioridad de los “malhechores” sobre la policía, representada por el honesto y atolondrado oficial Matute (Officer Charlie Dibble), quien nunca pudo detener las estafas de los relajados y carismáticos gatos.
Cada miembro de la pandilla posee una personalidad particular, resaltando el uso en la serie de la jerga gangsta y ciertas reminiscencias de la mafia italiana, incluso glorificando ante la audiencia el estilo de vida de las calles, comandado por un gato soltero, verborreico y ventajoso en medio de las vandalizados callejones sucios de Manhattan. Nada que ver con Pedro Picapiedra y Súper Sónico, padres de familia con trabajo estable y una vida tranquila.
En 2021 se cumplen 60 años de la aparición de la pandilla de Don Gato (Top Cat), amarillo y con sombrero y chaleco violeta, el líder de la banda, un gato persuasivo, con ínfulas de millonario, que siempre está tramando planes para obtener dinero, muchas veces de maneras poco honrosas.
Benito Bodoque (Benny The Ball), ingenuo, rechoncho y el más pequeño, la mano derecha del líder. Aunque en varios capítulos se menciona que es huérfano, en uno se hace pasar por el alcalde de la ciudad para poder sorprender a su mamá, quien viene desde lejos sólo para poder ver que su hijo sí triunfó en la vida.
Cucho (Choo Choo), de color rosa, el más sensible y enamorado. En un capítulo se ve su intento por conquistar a Mimosa, una gata de alta alcurnia; y en otro se le ve soñando con la famosa gata actriz Lola Glamour. Panza (Fancy Fancy), anaranjado y con bufanda blanca, gusta de cuidar su aspecto y varias veces se le vio en citas románticas. En la versión original su comportamiento y su voz se basaban en el actor británico Cary Grant.
Espanto (Spook), café verdoso, con gusto por el jazz y la comida gourmet, suele hacer referencias literarias y su personalidad refleja el estilo de vida beatnik de la época. Demóstenes (The Brain), tímido y aparentemente el más débil, su nombre en español fue tomado en homenaje a una de las personalidades más destacadas de la política de la Antigua Grecia, quien al igual que él era tartamudo.
Quizá por la temática que resultó amenazante para los padres de familia y un tanto intimidante para el público infantil, la serie no logró atrapar a la audiencia y tras 30 capítulos fue cancelada el 8 de abril de 1962, convirtiéndose en un sonado fracaso para el estudio.
Sin embargo, alcanzó mayor notoriedad en Reino Unido bajo el nombre de Boss Cat, debido a que ya existía una marca de comida para gato que ocupaba el nombre original, pero el éxito total se dio en Latinoamérica años después, especialmente en México donde se ha ganado el estatus de serie de culto.
El éxito de Don Gato y su pandilla, como fue nombrada en territorio latinoamericano, se debe en gran parte al trabajo de doblaje que ha sido calificado como excepcional: con Julio Lacena como Don Gato, Armando Ramírez, en su papel de Demóstenes; y sobre todo, el genial Jorge Arvizu El Tata, quien dio voz a Benito Bodoque y Cucho.
Y es que adaptada a la jerga nacional e incluso con tonos de voz distintos al original –Benny The Ball habla con voz ronca y grave, en contraste con el tono tierno que le dio El Tata; y a Choo Choo lo puso hablar con marcado acento yucateco para acercar al personaje al público- la serie se hizo de su nicho de mercado más grande en México, donde con la repetición de su única temporada, Don Gato y su pandilla se convirtió en parte del imaginario cultural a través de las décadas.
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