Salvador Flores Rivera, conocido como Chava Flores es un referente de la cultura popular mexicana, considerado el máximo folclorista urbano, pues sus composiciones sobre la vida cotidiana en el entonces Distrito Federal de los años 40, 50, 60 y 70 hicieron época y se quedaron impregnados como parte del imaginario mexicano. Nació en la Ciudad de México el 14 de enero de 1920 en la calle de La Soledad, del histórico barrio de La Merced, y algunos de sus biógrafos aseguran que creció entre Tacuba, la colonia Roma y Santa María la Ribera. Incluso él mismo bromeó alguna vez con que sólo le había faltado vivir en el castillo de Chapultepec.
A los 13 años, cuando falleció su padre, Chava tuvo que abandonar la escuela y comenzó a trabajar en varios oficios locales como sastre, repartidor, mensajero, cobrador, almacenista y ferretero, incluso aprendió a manejar una salchichonería. Su incursión en estas labores lo habría de acercar más a la vida en los barrios de la capital: por estos trabajos tuvo la oportunidad de conocer aspectos de la sociedad, entrar en contacto con sus habitantes y acumular experiencias en las calles para crear después imágenes de la vida cotidiana del pueblo.
El metro, las calles del Centro Histórico, pulquerías, alamedas, fiestas de barrio, costumbres, el machismo y la miseria de los marginados son algunos de los tópicos sobre los que versa su obra, que a la fecha sigue siendo recordada por los mexicanos a través de canciones como Los XV años de Espergencia, Los pulques de Apan y Peso sobre peso.
Se dice que Flores conoció a profundidad múltiples colonias populosas, como Tacubaya, Azcapotzalco, Guerrero, Doctores, Roma y Romita, barrios llenos de vecindades donde encontró inspiración para la importante obra que desarrolló después de que un amigo lo invitara a trabajar con él en una imprenta, donde se encargó de editar la revista quincenal El álbum de oro de la canción. Chava recordó años más tarde que gracias a esa publicación pudo entrevistar a compositores de la época, por quienes sentía una gran admiración.
Mi amor por las canciones de México y sus compositores fluyó a mi mente. Me sabía miles de ellas aunque no conociera personalmente a ningún autor, y de mi mente desesperada por el infortunio surgió el álbum de oro de la canción. Una revista quincenal que desahogara mis ansias guardadas por ese hermoso arte que tanto amé y que nunca fue mío
Chava es considerado un compositor crucial para comprender un momento de gran relevancia en la sociedad mexicana, uno de los grandes narradores de la vida del país, pues en sus temas se retrataron los primeros gestos del desarrollo urbano del Distrito Federal.
El artista retrató de una manera coloquial e ingeniosa, valiéndose de lenguaje popular, albures y dobles sentidos, el acontecer cotidiano de las barriadas, convirtiéndose en una especie de juglar moderno, que incluso ejerció la crítica política en momentos de represión. Tal es el caso de canciones como Las gladiolas y La vecindad de Lupe, que hacen escarnio de la políticas aplicadas durante el mandato del regente Ernesto Uruchurtu, quien estuvo en tal cargo de 1952 a 1966.
Su gran oportunidad llegó en 1952 cuando gracias a la compañía RCA Víctor grabó los temas con los que se dio a conocer Dos horas de balazos y La tertulia. A la par, comenzó a presentarse en carpas y cabarets de la ciudad, para paulatinamente hacerse conocer en el interior de la República, hasta conseguir popularidad en América Latina y Estados Unidos.
Para 1976 ya había grabado siete discos de larga duración, y era dueño de la disquera Ageleste. Apareció también en siete películas, entre ellas La esquina de mi barrio, Rebeldes sin causa y ¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano? Sus canciones aparecían cantadas en otras películas, en voz de actores como Germán Valdés Tin Tán, con El gato viudo y Pedro Infante, con La tertulia. Óscar Chávez, Eugenia León, Eulalio González Piporro, Manuel El Loco Valdés, Libertad Lamarque, Tehua y José Alfredo Jiménez son algunos de las personalidades en las que brillaron sus entrañables canciones.
Chava recibió varios diplomas y reconocimientos por su carrera de autor y compositor, además del cariño de un público que lo siguió por décadas. En 1983 se mudó a la ciudad de Morelia, Michoacán, donde participó en un programa de radio y escribió el libro Relatos de mi barrio. El emblemático cronista urbano falleció de un paro cardíaco derivado del cáncer de estómago que padeció, el 5 de agosto de 1987 a los 67 años en su amado Distrito Federal.
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