El presentador Rafael Balderrama, conocido como Rafita, ha vivido una vertiginosa lucha por alcanzar y mantener un cuerpo saludable. Y es que tras haber pesado casi 180 kilos, gracias a un arduo régimen y a una operación pudo llegar a pesar 65 kilos, sin embargo y tras los resultados positivos, desarrolló un estado de vigorexia que también lo perjudicó. El conductor nacido en Chihuahua reveló en una entrevista para el programa En sus batallas cómo fue que llegó a estabilizarse en su peso.
Conocido principalmente por sus años de trabajo al lado de Omar Chaparro en el programa Black and White y posteriormente en No manches, Rafita logró perder 90 kilos, meta que construyó en su mente a los 18 años cuando, cumpliendo con su servicio militar, fue humillado por un general:
“Empieza a señalar, tú, tú y tú, son inútiles a la patria”, le dijo el soldado a Rafita al ver su obesidad: “Le dije, no señor, yo me siento apto para desempeñar mi servicio militar y me empieza a hacer burla, dice ‘a ver, muchachos, el soldado dice que quiere brindar su servicio militar, nomás que lo que el señor no sabe es que o se sube él al helicóptero o se suben 20 de ustedes… cada vez que decía algo yo sentía que me estaba enterrando un puñal. Y ese fue el punto en que yo dije ‘Pero algún día voy a estar flaco’”.
Pero no fue sino hasta años después, cuando el conductor logró ingresar a la televisión haciendo del sobrepeso su aliado y vis cómica, y junto a Omar Chaparro y Perico Padilla lograron gran popularidad en el canal Telehit, consiguiendo proyección en México y toda Latinoamérica. En 2005, el presentador fue elegido para participar en Big Brother donde su obesidad puso en riesgo su vida: “Hicimos una prueba, nos cuelgan de unos arneses y el reto era desenredarnos en el menor tiempo posible (…) cuando nos bajamos yo me quito el arnés, cuando me enderezo sentí un taladro que entraba totalmente en mi espalda baja”.
Y es que debido a su sobrepeso, su nervio ciático había sido prensado por dos vértebras, lo que lo llevó a someterse a un costoso tratamiento durante varios años y que prendió la alarma para que el presentador se esforzara en bajar de peso, pues con 27 años su obesidad puso al límite su vida obligándolo a someterse a una operación de bypass.
“Ya tenía a mi primer hijo y dije ‘este chamaco va a crecer’, va a querer jugar futbol, andar en bicicleta y yo a mis 27 años ya soy un marcado por la obesidad, un discapacitado por la obesidad, dije: es momento de tomar decisiones drásticas”, fue así que se sometió a la operación de reducción de estómago que tiene como objetivo inhibir el hambre.
“Ya había pasado por dietas desde la infancia. Yo ya sabía que lo mío tenía que ser radical”. Pesando 179 kilos se sometió a la operación y durante los siguientes 9 meses el conductor aprendió un nuevo proceso de alimentación para reducir 69 kilos, perdiendo en total 110.
“Mi desayuno era un té de manzanilla, a media mañana era un licuadito, mi comida fuerte era una calabaza hervida, una zanahoria hervida, pero no me comía la calabaza, nomás me tomaba el agüita”
“Lo curioso era que no me daba hambre, yo comía eso y era como si me hubiera comido un desayuno bufet. Después de esa dieta líquida pasamos a dieta de papillas, como bebé, hasta que llegué a la dieta blanda (…) tres dedos de pescado o de pollo, arroces muy retiraditos, y la desesperación se apoderaba de mí”.
Y es que a Rafita el doctor le dijo “Te dejamos el estómago del tamaño de un recién nacido (...) El primer mes bajé 32 kilos, el siguiente mes 22… Lo logré en 8 meses y medio, me apliqué tanto, me daba la desesperación y agarraba chicles y los masticaba porque me daba mucha ansia, agarraba hielo frappé y lo masticaba y eso era lo que me ayudó a controlar mi ansiedad”.
Con un proceso complicado que incluso lo llevó a obsesionarse con el ejercicio a tal grado que tuvo que ser internado en el hospital por una descompensación física, el conductor logró estabilizarse y encontrar un sano equilibrio en su vida y alimentación.
Tras haber logrado su objetivo, el conductor perdió oportunidades en la televisión donde se había ganado un lugar respaldado por su obesidad, sin embargo y al paso del tiempo logró retomar su carrera y actualmente conduce el programa Corazón grupero para TV Azteca.
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