El actor Rafael Amaya sorprendió a todo México a inicios de diciembre del 2020 cuando confirmó que su ausencia de la farándula ocurrió por sus adicciones a las drogas y al alcohol, pero a unos días de haber abandonado la clínica de rehabilitación, fue el boxeador Julio César Chávez Jr. quien reveló cómo se concretó este proceso.
El hijo del pugilista Julio César Chávez destacó que la rehabilitación de Rafael Amaya se logró porque se decidió a ingresar a la clínica Baja del Sol en Culiacán, Sinaloa, así como a su interés por superar este trago amargo.
En entrevista con Suelta la Sopa, el deportista que ha estado muy cerca del actor, detalló las razones por las que funcionó el tratamiento del actor que dio vida a “Aurelio Casillas” en El Señor de los cielos, la exitosa serie de Telemundo.
“Sí, ha sido una buena opción (ingresar a la clínica de Julio César Chávez), pero sobre todo las ganas de él, la disposición y la humildad”, comentó.
El pugilista resaltó que otros factores importantes en la rehabilitación de Amaya fueron su presencia y la de su padre, el consagrado ex boxeador Julio César Chávez, quien es el dueño de las clínicas de rehabilitación Baja del Sol.
Aprovechó para asegurar que si el actor pudo salir del bache en el que se encontraba “todo mundo puede”.
El histrión de 43 años salió del centro de rehabilitación el pasado 22 de diciembre, fecha desde la que está en compañía de sus padres en Culiacán, Sinaloa, con quienes celebró las fiestas decembrinas. También estuvo en compañía de su gran amigo y promotor de su recuperación, el cantante Roberto Tapia.
“Viene mi compadre Rafa Amaya a pasar la Navidad con nosotros también... Será la primera Navidad que nos vamos a aventar juntos mi compadrito y yo”, comentó Tapia el mes pasado a Sale el Sol.
La relación entre Rafael Amaya y Roberto Tapia no sólo es de amigos, sino de compadrazgo, y es que el actor es padrino de la hija del cantante, quien no sabe de los problemas de adicciones que tuvo que enfrentar este año.
“Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber”, recordó el mismo Amaya en una entrevista exclusiva publicada por People en Español.
La publicación destacó que cuando Amaya llegó a la clínica Baja del Sol aún estaba psicótico y creyéndose El Señor de los Cielos, pero en unos meses logró una evolución notable.
Roberto Tapia y Julio César Chávez sí son dos de los grandes responsables de la rehabilitación del actor y ambos lo apoyaron muy a su estilo.
Fue Tapia quien confirmó que su compadre se dejó influenciar por su personaje de “Aurelio Casillas” en El Señor de los Cielos, pero se decidió a rescatarlo de las adicciones y viajó de Cualiacán a Acapulco, Guerrero, donde lo encontró “en malas condiciones, pero deseando que alguien lo ayudara. Agarramos sus cosas y las subimos al carro y nos arrancamos de vuelta”.
En la clínica fue recibido por el ex pugilista, quien también ofreció un crudo relato de cómo vio a Amaya: “No se lo quisimos decir, pero sí llegó un poco psicótico, todavía creyéndose El señor de los cielos. Pero pasaron los días y ahora meses y la evolución de Rafa ha sido increíble”.
Ya desde febrero de 2019 circulaban versiones sobre el estado de Amaya, quien a mediados de 2018 dejó de aparecer en El Señor de los Cielos.
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