Allison Mack, ex miembro de la secta NXIVM y actriz del show “Smallville”, pidió el divorcio de su esposa Nicki Clyne.
De acuerdo con el sitio de entretenimiento TMZ, Mack, quien se encuentra esperando una sentencia tras haberse declarado culpable de tráfico sexual y extorsión por su participación en la secta, solicitó el divorcio de la actriz en el condado de Orange, California, el viernes pasado.
La pareja que se casó en febrero de 2017, no se unió por amor, pues según reportes de la revista People, la unión fue ordenada por el fundador de NXIVM, Keith Raniere.
Culpable de crimen organizado
En abril del año pasado Mack se declaró culpable de crimen organizado en el caso de la secta NXIVM, cuyos dirigentes están acusados de tráfico sexual.
Según informaron varios medios locales, Mack admitió la culpabilidad de dos cargos de crimen organizado y de conspiración para crimen organizado, pero aún tienen pendientes otros relacionados con tráfico sexual, usurpación de identidad y blanqueo de dinero.
“He llegado a la conclusión de que debo asumir toda la responsabilidad sobre mi conducta y es por eso que me declaro culpable hoy”, dijo la actriz, citada por el medio Hollywoodlife.
Mack también pidió perdón a su familia y a todas aquellas personas que hirió por su “adherencia equivocada a las enseñanzas de Keith Reniere”, líder de la secta.
Según la fiscalía, la actriz de “Smallville”, serie que narraba la vida de un Superman adolescente, recibió beneficios financieros entre otros del dirigente de la secta a cambio de reclutar esclavas sexuales para él.
El pasado 13 de marzo, la presidenta de NXIVM, Nancy Salzman, también se declaró culpable de conspiración para crimen organizado, de conspiración para el robo de identidad y de alteración de documentación en un caso civil contra la organización.
Keith Raniere
El pasado 27 de octubre Raniere fue condenado por un tribunal de Nueva York este martes a 120 años de prisión en Estados Unidos por convertir a mujeres en esclavas sexuales, después de haber sido condenado previamente por tráfico de personas, abuso sexual, violación y posesión de pornografía infantil, entre otros cargos.
Raniere mantuvo su inocencia durante el juicio llevado a cabo en Nueva York, en el que las protagonistas han sido las víctimas del líder de esta organización, con sede en el estado de Albany, que se autodefinía como una empresa de autoayuda pero que escondía una trama de tráfico sexual y de abusos sexuales.
Las víctimas eran marcadas sin anestesia con un bolígrafo cauterizador, arruinadas económicamente y obligadas a participar en actos sexuales en contra de su voluntad con el líder.
El gurú ha llamó a sus víctimas “mentirosas”, pero aseguró que estaba “profundamente arrepentido” durante su intervención en la vista.
Más de una docena de víctimas habló durante el juicio o sus testimonios de abusos sexuales y psicológicos por parte de Raniere han sido leídos en presencia del acusado, incluyendo detalles de actos de violación, pedofilia y encarcelamiento forzado.
El juez Nicholas Garaufis, quien fue el encargado de emitir la sentencia, calificó su actos como “crueles, perversos y extremadamente graves” y destacó que “a pesar de todo lo sucedido y a pesar de las innumerables víctimas que han dado voz a su gran dolor, Raniere permanece impasible”, según recoge la cadena de televisión estadounidense CNN.
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