La presentadora de televisión estadounidense Ellen DeGeneres contrajo coronavirus. La también comediante, de 62 años, compartió la noticia el jueves a través de Twitter. “Hola a todos”, comenzó. “Quiero que todos sepan que he dado positivo por COVID-19″.
“Afortunadamente, me siento bien. Cualquiera que haya estado en contacto cercano conmigo ha sido notificado y estoy siguiendo todas las pautas adecuadas. Los veré a todos de nuevo después de las vacaciones. Por favor, manténgase sano y seguro. Con amor, Ellen”, escribió.
La noticia tiene lugar en un momento donde la actriz continúa marcada por las revelaciones sobre el pésimo presente laboral creado por la comediante y cuyo programa, en consecuencia, ha sufrido una caída en los índices de audiencia y una pérdida de patrocinadores y el apoyo de grandes estrellas de Hollywood.
En su regreso a la TV tras un parate de varios meses a raíz de la pandemia, en septiembre, DeGeneres rompió el silencio sobre la gran polémica. En el estreno de la temporada número 18 de “The Ellen DeGeneres Show”, abordó las numerosas denuncias, las cuales pusieron en duda su continuidad.
En su monólogo de apertura, DeGeneres pidió disculpas por cosas “que nunca debieron ocurrir”. “Sé que estoy en una posición privilegiada y de poder y entiendo que eso conlleva una responsabilidad, y asumo la responsabilidad de lo que ocurre en mi programa”, dijo la presentadora y comediante ante las cámaras.
“Hemos hecho los cambios necesarios y hoy comenzamos un nuevo capítulo”, aseguró. Además, la cómica respondió a quienes la acusaron de ser una persona distinta tras las cámaras. “Soy la misma persona que ven en televisión”, dijo.
El programa de entrevistas transmitido por la cadena NBC, que originalmente se esperaba que regresara el 9 de septiembre, se vio envuelto en una controversia después de que BuzzFeed News publicara un artículo en el que un miembro del personal actual y ex empleados hablaron de forma anónima sobre sus malas experiencias en el set, incluidas las afirmaciones de casos de agresiones raciales, de índole sexual y temor a represalias por presentar denuncias. Apuntaron contra altos directivos del show por normalizar una dinámica de “miedo” en el que los trabajadores recibirían represalias al tomar días libres por problemas médicos o familiares.
Otros antiguos empleados de The Ellen DeGeneres Show también alzaon su voz contra la presentadora, acusándola de no intervenir en este ambiente tóxico y de permitir conductas racistas o sexistas por parte de trabajadores de rango superior.
A finales de julio, Warner Bros lanzó una investigación interna que concluyó con tres de los principales productores, Ed Glavin, Kevin Leman y Jonathan Norman, fuera del programa.
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