Repuesto y en medio de su proceso de rehabilitación, Rafael Amaya apareció en una foto junto a Julio César Chávez Jr. y el pequeño hijo de éste.
La imagen, publicada en Instagram stories del boxeador mexicano el jueves por la noche, causó gran revuelo pues permitió ver no solo la cercanía entre ambos sino lo bien que luce Amaya.
Apenas este jueves 3 de diciembre, la revista People en Español publicó una entrevista exclusiva con Amaya en la que el protagonista de El Señor de los Cielos reconoció haber tocado fondo en sus adicciones.
Dentro de su proceso de recuperación, uno de los apoyos de Amaya fue el ex boxeador Julio César Chávez, ya que Rafael ingresó a una de sus clínicas de rehabilitación.
Ya esta semana el propio Chávez fue el primero en destapar el proceso de recuperación de Amaya.
El actor había estado alejado del ojo público desde hace un par de años y comenzaron a circular diversas versiones sobre su salud, incluidas las del abuso de sustancias.
Chávez y su esposa, Myriam Escobar, compartieron en sus redes sociales algunas imágenes junto a Amaya, lo que desató las dudas.
“Aquí disfrutando mi Culiacán junto a mi vieja @myriamev09 y el Señor de los Cielos (les dije que soy amigo de todos)”, escribió el campeón de box.
Lo que más llamó la atención fue que un usuario le preguntó a Chávez si Amaya había estado ingresado en una de sus clínicas, a lo que el ex púgil respondió: “así es y viene muy contento y agradecido”.
Se confirmó así que la ausencia de Amaya del ojo público se debió a sus exceso, algo que el sostuvo en su entrevista con People en Español.
“Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber”, recordó. “Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también”.
A raíz de su éxito en El Señor de los Cielos, la serie de Telemundo, Amaya alcanzó la fama internacional pero con ésta vinieron los excesos.
“Soy un ser humano, no soy un robot. Me dejé llevar por el alcohol, las banalidades. Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción”.
Según la información de People, cuando Amaya llegó a la clínica Baja del Sol, del ex boxeador Julio César Chávez, aún estaba psicótico y creyéndose el Señor de los Cielos, pero en unos meses logró una evolución notable.
Amaya se dijo agradecido por las bendiciones en su vida. “Siento que renací. Tengo fe, tengo amor, esperanza, planes”. Durante el tiempo que estuvo lejos de la escena pública se dedicó a viajar por Europa y América y a estar solo. Usaba gorra y barba para ocultar su identidad y hace ocho meses que tocó fondo, pero ahora desea enviarle un mensaje positivo a la gente.
Desde febrero de 2019 circulaban versiones sobre el estado de Amaya, quien a mediados de 2018 dejó de aparecer en El Señor de los Cielos.
“Ya casi no come y se le nota muy flaco y demacrado. Las drogas y el alcohol le están haciendo tanto daño, que en ocasiones empieza a hablar y gritar locuras, y le dan delirios; además, tiene muchos problemas emocionales”, aseguró en aquel momento la revista TV Notas.
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