Rafael Amaya está de regreso y libre de las adicciones que lo mantuvieron no solo alejado de la escena pública, sino que también provocaron que le hiciera daño a sus seres queridos.
Durante mucho tiempo el paradero y el estado de quien fuera protagonista del “Señor de los Cielos” resultó un misterio, pero en últimas semanas Amaya comenzó a tener algunas apariciones públicas.
Se había mencionado que el actor tuvo problemas de adicciones que le impidieron seguir en la serie que le dio fama y justo esta semana el propio Amaya reconoció sus excesos con las drogas y el alcohol.
Hace apenas unos días fue el boxeador Julio César Chávez quien confirmó que Amaya estuvo en una clínica y la tarde de este jueves la revista People en Español publicó una entrevista en exclusiva en donde el actor habló abiertamente de sus problemas.
“Perdí mi paz interior, el amor que le tenía a mi familia, a mi trabajo. Poco a poco me fui sumergiendo en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber”, recordó. “Estuve mucho tiempo solo, haciéndole mucho daño a mis seres queridos, a mis amigos, a mis compañeros y al público también”.
Según el relato de Amaya, hace ocho meses tocó fondo y decidió perdile Ayuda a su amigo, el cantante Roberto Tapia, quien junto a Fátima, la hermana del actor, y su mánager, Karem Guedimin, idearon un plan para salvarlo.
Lo convencieron de que regresara a Sinaloa y una vez ahí lo ingresaron a una clínica de rehabilitación.
Tapia reconoció que Amaya estaba en “malas condiciones”.
A raíz de su éxito en El Señor de los Cielos, la serie de Telemundo, Amaya alcanzó la fama internacional pero con ésta vinieron los excesos.
“Soy un ser humano, no soy un robot. Me dejé llevar por el alcohol, las banalidades. Estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción”.
Según la información de People, cuando Amaya llegó a la clínica Baja del Sol, del ex boxeador Julio César Chávez, aún estaba psicótico y creyéndose el Señor de los Cielos, pero en unos meses logró una evolución notable.
En la misma charla, Amaya se dijo agradecido por las bendiciones en su vida. “Siento que renací. Tengo fe, tengo amor, esperanza, planes”.
Durante el tiempo que Amaya estuvo lejos de la escena pública se dedicó a viajar por Europa y América y a estar solo. Usaba gorra y barba para ocultar su identidad y hace ocho meses que tocó fondo, pero ahora desea enviarle un mensaje positivo a la gente.
Ya desde febrero de 2019 circulaban versiones sobre el estado de Amaya, quien a mediados de 2018 dejó de aparecer en El Señor de los Cielos.
“Ya casi no come y se le nota muy flaco y demacrado. Las drogas y el alcohol le están haciendo tanto daño, que en ocasiones empieza a hablar y gritar locuras, y le dan delirios; además, tiene muchos problemas emocionales”, aseguró en aquel momento la revista TV Notas.
El misterio se hizo aún más grande cuando Amaya solo reapareció en El Señor de los Cielos pero para mostrar la muerte de su famoso personaje de “Aurelio Casillas”.
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