Este lunes se dio a conocer una noticia que conmocionó al mundo de la música latina, pues el cantante de regional mexicano Jerry Demara perdió la vida a los 42 años en el Pioneers Memorial Hospital de California luego de haber padecido la infección de una bacteria y fuertes dolores en el cuerpo, particularmente en un glúteo y piernas, derivado de la aplicación de tres inyecciones de vitaminas para fortalecer su salud.
El cantante nacido en Mexicali, recordado por su participación en el programa La Voz México, y por sus éxitos en el género que lo llevaron a colaborar con grandes figuras y a la nominación del Latin Grammy en 2018, realizó una transmisión en vivo antes de fallecer, donde denunció negligencia del personal médico que lo atendió en el hospital de la ciudad El Centro, California.
Tras la dura noticia que lamentaron artistas como Chiquis Rivera, Lorenzo Méndez, Alejandra Guzmán, El Chapo de Sinaloa, Recoditos, Los Tigres del Norte y Paulina Rubio, su hijo narró pormenores de la lamentable situación que llevó a la muerte al cantautor. Gerardo Demara Junior expresó que su padre padeció la infección de una bacteria que ingresó a su cuerpo mediante la vía intravenosa, al momento de haberse suministrado vitamina B12 en un afán de hacer frente a lo que creyó eran síntomas de COVID-19.
El joven de 20 años, quien también es músico y cantante y ha comenzado su carrera artística, concedió una charla para el programa Chisme No Like donde narró el suplicio que sufrió su padre:
“Unos días antes de que empezara todo esto, de que lo mandáramos al hospital, él se levantó con síntomas de COVID, un poco de dolor de cabeza, fiebre, una cosa ahí muy leve, entonces mi mamá había visto que recomendaban mucho inyectarse la vitamina B12, la que recomiendan para el COVID, incluso ya se la habían puesto antes porque tuvieron que hacer un viaje y se la pusieron antes del viaje. Todavía le quedaban unas a mi mamá, y se la pusieron a mi papá para protegerlo, y gracias a Dios no tuvo ningún síntoma de COVID, ni tos, ni calentura, todo muy bien, nada más que al día siguiente en la noche, en la pompi donde le pusieron la inyección empezó a sentir dolor. Ya para las once de la noche era tanto el dolor que ya casi se estaba desmayando”, comenzó a relatar en una videollamada.
“Primero lo llevaron al de El Centro, está pegado a la frontera con Mexicali, la ciudad de El Centro, California. Ahí estuvo tres horas y lo tenían afuera, en las carpas donde estaba la gente que tenía COVID, con un dolor inmenso”, continuó.
Y es que en aquel centro hospitalario la atención no fue oportuna y lo mantuvieron aislado en una carpa con personas que presentaban síntomas relacionados por la enfermedad por coronavirus, restando importancia al dolor que Jerry presentaba y por el que acudió al hospital. Fue entonces cuando solicitó a su hoy viuda que lo trasladara a otro hospital:
“Mamá se empezó a desesperar porque le negaron el agua, son malas personas. Lo llevó al de Brawley, y gracias Dios en cuanto llegó lo atendieron rapidísimo y entonces ahí se sintió poquito mejor porque le empezaron a dar medicina para el dolor, pero aun así era impresionante, como nunca en su vida. Desgraciadamente sufrió mucho en sus últimos días, y le diagnosticaron esta enfermedad terrible…que es una bacteria que se empieza a comer la piel, el músculo, es lo que le dio, esa bacteria surge cuando su sistema inmune está muy bajo de defensas, entonces mi papá la tuvo que sufrir gacha porque aparte de que su cuerpo estaba peleando contra el COVID, aunque no tuviera ningún síntoma, quiere decir que su sistema inmune estaba haciendo lo suficiente para que no le diera ningún síntoma, entonces por eso fue que la bacteria se apoderó de todo su cuerpo”, expresó el joven con aire de tristeza.
Gerardo Junior narró que su padre entró a cirugía para que le fueran removidos pedazos de piel de la pierna y tejido muscular, que estaba muy afectado debido al agresivo ataque, que, según le expresó un médico, se debió a una desafortunada situación en que la bacteria ingresó a su sistema al momento de haberse inyectado.
“A esa bacteria no hay antibiótico que la mate, es literalmente entrar y cortar la piel. Tuvo dos cirugías, la segunda estuvo mucha más complicada, tuvo más incisiones, el problema es que lo tenían que tener sedado y dormido, porque tenía las heridas abiertas porque los doctores estaban revisando las heridas constantemente para evitar que la bacteria se siguiera esparciendo”
Afectó a otros órganos, empezaron a fallar los riñones, le tuvieron que hacer una diálisis para limpiarle las toxinas que sus riñones no podían sacar. Cuando le hicieron la diálisis tuvo problemas con la presión y le dio un paro cardiaco desgraciadamente, de ahí en adelante estaban tratando de tenerlo más estable, se les fue como unas cinco veces, llegó el punto en que desgraciadamente ya no había más que hacer
El hijo del cantautor destacó que en estas situaciones “el tiempo es crucial”, por lo que se cuestionó que las horas perdidas en el primer hospital, el de la ciudad de El Centro, donde no le facilitaron “ni agua”, habrían sido la salvación de la vida de su papá.
“Nos pesa que nos perdieron tres horas en El Centro, nunca se preocuparon por hacerle un estudio. Ellos nomás lo mandaron a donde estaban las personas con síntomas de COVID”. Gerardo destacó que aún no sabe si la familia va a proceder legalmente por negligencia médica, pues no han tenido “la cabeza” para procesar la lamentable muerte ni para pensar en otras cuestiones.
“Realmente el tomar acción legal es algo que no lo hemos pensado muy bien, ya que todo es muy reciente, tenemos otras cosas pendientes como los servicios de mi padre”.
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