Este fin de semana, distintos famosos asistieron a una boda masiva en Cancún. Las imágenes generaron gran polémica en redes sociales, porque en ellas se ve que la mayoría de los invitados no utilizó cubrebocas, ni respetó la distancia mínima de seguridad durante la mayor parte de la ceremonia, el banquete, o la increíble pista de baile, donde grupos de samba y bandas mexicanas se encargaron de animar la fiesta.
Entre las personalidades que asistieron al enlace, que celebraba la unión de Odalis Gómez Millar y Michel Escalle, estuvieron el actor Gabriel Soto y su pareja, Irina Baeva. A través de Instagram, los dos compartieron fotografías del evento en las que aparecen sin cubrebocas, y sin mantener la distancia de un metro y medio.
Este lunes 23 de noviembre, la pareja regresó de Cancún y fue interceptada en el aeropuerto de la Ciudad de México por los reporteros del programa El Gordo y la Flaca, quienes le preguntaron qué les parecía la controversia que estalló en redes sociales tras darse a conocer las imágenes de la lujosa boda, que se llevó a cabo por todo lo alto en plena pandemia de Covid-19.
El actor mexicano defendió que durante la crisis sanitaria, este tipo de eventos se han seguido celebrando.
“Pues sí, fuimos a una boda, pero ha habido bodas todo el tiempo. Hay mucha gente que se ha casado. Fue la hija de un promotor de box muy importante. Se llevaron a cabo todas las medidas de seguridad, había una cabina de sanitización afuera, donde cada uno de los invitados tenía que pasar”, defendió Gabriel Soto.
“Evidentemente en las fotos salíamos sin cubrebocas, pero bueno, todo el tiempo nos lo poníamos, menos a la hora de comer evidentemente”, agregó.
Por su parte, Irina Baeva expresó que en su opinión “la vida tiene que continuar”, y que ya todos conocemos cuáles son las medidas que deben seguirse en estas celebraciones.
“Como dice bien Gabriel ya no es hora de andar viendo quién sí se cuida, quién no se cuida. Creo que es la responsabilidad de cada uno, ya somos gente adulta. Sabemos perfectamente cómo se tiene que llevar a cabo un evento de una magnitud”, añadió.
Además de Irina Baeva y Gabriel Soto, otros famosos, como el cantante Lorenzo Méndez, el empresario Roberto Palazuelos, o los púgiles Óscar de la Hoya y Julio César Chávez disfrutaron del épico enlace. En las imágenes publicadas en Instagram, se observa que los novios no escatimaron en gastos, y tras el banquete disfrutaron de un gran escenario con actuaciones en directo, pantallas, focos y gran iluminación.
Aunque en Quintana Roo el semáforo epidemiológico se encuentra en color amarillo, y este tipo de eventos no son ilegales -ya que se logró controlar los contagios en la entidad-, la magnitud de la celebración sí causó controversia, y es que en muchas entidades del país se teme un repunte de coronavirus. Además, algunos de los invitados, como Irina Baeva y Gabriel Soto, no residen en Cancún sino en la Ciudad de México, donde la situación es más preocupante y se estaría muy cerca del semáforo rojo, por un aumento de las hospitalizaciones.
Experiencias anteriores demuestran que las bodas pueden convertirse en un importante foco de propagación del Covid-19 en el país. Así ocurrió por ejemplo en la ceremonia que se celebró en Coahuila en el mes de octubre, donde acudieron 700 invitados y 90 se contagiaron de coronavirus.
Más recientemente, en noviembre, el jefe de medicina interna del Centro Médico ABC, Francisco Moreno, en Ciudad de México, llamó la atención también sobre el riesgo de celebrar estos eventos durante la pandemia.
“Tengo 70 pacientes enfermos en este momento de una sola boda porque, al segundo tequila, todas las mascarillas se caen”, dijo el doctor.
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