El actor Sebastián Ligarde reveló duros pasajes de su infancia al rememorar cómo pasó sus días de adolescencia, momentos que forjaron su carácter y lo condujeron más adelante a estudiar actuación, pues en el arte encontró un desfogue de las infortunios que vivió.
Fue en una entrevista realizada por el programa En sus batallas, donde el actor recordado por, entre otros tantos, su papel de “El Memo” en la emblemática telenovela juvenil Quinceañera, que contó cómo es que fue a parar a un internado a la edad de once años.
“Viví en Texas once años hasta que mis papás decidieron irse a vivir a México, en ese momento me hicieron tomar la decisión entre (vivir) con mi tía (en Texas) o con mi mamá (en México), una decisión mucho muy difícil para un niño y me decidí por mi mamá. Estuve un año en Puebla en una escuela de inglés llamada ‘El colegio americano’ o alguna cosa así y luego me pasaron a un internado porque empieza a haber problemas entre mis papás y ellos no querían que nosotros nos diéramos cuenta, entonces se les hizo muy fácil meternos a mi hermano y a mí a un internado. Mi hermano tenía un año menos que yo, a él no le tocó el edificio grande con los alumnos mayores, a mí por mi edad ya me correspondía (…) Fue donde pasaron cosas para mí muy difíciles”, narró.
Y es que la estancia del entonces niño en el Instituto Mexicano Madero en Puebla se convirtió en una pesadilla, pues fue víctima de diversos abusos físicos, psicológicos y sexuales.
“Yo creí al principio que iba a ser interesante, algo nuevo, algo distinto y se convirtió en una pesadilla terrible en mi vida. Una experiencia que creo lo único bueno que me dio fue una gran disciplina, levantarme a las cinco de la mañana todos los días”, rememoró el actor.
Durante dos años, Sebastián vivió una estricta disciplina académica, pero también experimentó un suceso que marcó su pubertad:
Entre los doce y catorce años viví en este internado, ahí fue donde sufrí de abuso sexual, de violaciones, de muchas cosas siendo un niño. Yo fui violado por cuatro muchachos a los 12 años de edad, todavía tengo las cicatrices en las cejas donde me pegaron la cabeza contra un mueble, donde me agarraron. Cuando se corrió la voz de que había pasado eso, luego en las noches empezaba a haber otros que querían hacer lo mismo. Entonces ya me había convertido yo como en la ‘canasta’ digamos, de estos chamacos de 17 y 18 años
Pero no únicamente sus compañeros fueron los responsables de violentarlo, sino que también una persona de autoridad cometió abusos contra él, hechos que marcaron la vida del histrión:
“Me sentí muy denigrado, muy ofendido, muy violado, no nada más violado físicamente, violado a nivel alma. Yo no entendía la agresividad, los golpes, el abuso sexual, viniendo no nada más de alumnos, sino de los que se suponen que cuidaban a los alumnos. La persona encargada de cuidarnos era precisamente una de las personas que abusaba de mí también”, recordó.
Yo en ese momento no creí correcto decirle ni a mi mamá ni a mi papá, me daba pena, me daba miedo, no sabía cómo iban a reaccionar. No sabía si me iban a defender o a pensar que yo de alguna manera también era culpable de algo de eso, de todas maneras ellos lo supieron poco tiempo después
Sebastián narró cómo un estudiante de 17 años lo protegió de los abusos, convirtiéndose en su primer amor y sólo así dejaron de molestarlo los demás alumnos:
“En el internado, los últimos seis meses que yo estuve en el internado, un muchacho de 17 años, que era el más deportista, el boxeador, el que corría los 100 metros, el que era la a estrella masculina de la escuela me enamoró. Yo me enamoré perdidamente de él, me sentí muy protegido por él y en ese momento acabaron los abusos, acabaron los golpes, acabaron muchas cosas, yo me enamoré completamente de este muchacho. Seis meses después tuvo él un problema con un maestro, creo que lo golpeó o algo y lo expulsaron del internado.
“Y entonces regresa todo a esa pesadilla al internado y yo en ese momento dije ‘tengo que buscar la manera de lograr que me saquen de aquí’ Yo manipulé las condiciones para que me expulsaran faltando dos semanas para terminar el segundo año que yo tenía aquí, y dije ‘No más’”, reveló el actor que actualmente se mantiene lejos de la pantalla mexicana, pero se desempeña exitosamente formando actores en una escuela artística en Estados Unidos.
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