En 1996 Michael Jackson había cosechado una carrera exitosa, más de lo que hubiera imaginado, recién divorciado de Lisa Marie Presley, el cantante deseaba una familia más que nunca, en concreto: ser padre.
En algunas de sus confesiones con su dermatólogo de confianza y la enfermera que lo asistía, una respuesta de empatía lo sorprendería: Deborah (Debby) Rowe le ofreció gestar un bebé para él.
Jackson acudía desde hacía 15 años con el especialista en dermatología, Arnold Klein, a su consultorio, tantas visitas gestaron amistad con él y con Rowe, por eso se animó a realizar todos los preparativos con ella para ser padre lo más pronto posible.
La idea lo obsesionó, por eso aceptó de inmediato. Pero él quería que su futuro hijo creciera con la idea de familia, tal vez por eso le pidió matrimonio a Debby.
Jackson se casó con Debbie Rowe en el hotel Sheraton Park de Sídney, Australia, el 15 de noviembre, cuando él tenía 38 años y ella 37.
Fue una boda poco convencional, ambos vistieron de negro, informales. Él selló la unión besándola en la mejilla, ella ya gestaba su embarazo.
Son pocas las fotografías de ese día, no fue una gran fiesta, ambos se ven sonriendo y con las manos en el vientre de ella. Se dice que el padrino fue un niño de ocho años llamado Anthony.
Años después, Debbie se refirió a esa proposición y confesó a The Sun: “Michael estaba divorciado, solo y quería tener hijos. Fui yo quien le dijo: ‘Tendré tus bebés’. Le ofrecí mi vientre, fue un regalo, quería verlo feliz”.
Dio a luz a los dos primeros hijos del cantante: Prince nació en 1997 y Paris en 1998. Y ya se dijo entonces que fue mediante inseminación artificial.“
Fui a la oficina, que es como llamábamos a la clínica. Me fecundaron. Es como si fecundara a mis yeguas para reproducirse. Fue muy técnico. Yo era su pura sangre”, comenta con una extraña metáfora ecuestre Rowe y de forma indirecta dio a entender que en efecto, ella y el Rey del Pop nunca fueron verdaderamente una pareja o siquiera tuvieron relaciones sexuales.
El diario británico, que también cita declaraciones de 2003 en las que Rowe aseguraba que ella “jamás” había hecho nada “para ganar el título de madre”. “Porque Michael lo hacía todo. Yo no me esforzaba por ser madre. No cambiaba pañales, no me levantaba en mitad de la noche. Incluso si yo estaba, Michael lo hacía todo”.
Lo cierto es que siempre se ha cuestionado que los hijos mayores de Michael Jackson lleven sus genes: ambos son de piel clara, el mayor es rubio y Paris tiene ojos azules. El tercero, Prince Michael II, conocido como Blanket, se dice que fue fruto de un vientre de alquiler de otra mujer (en 2002). El nombre de la madre jamás se ha revelado.
El matrimonio terminó en octubre de 1999. Rowe renunció a sus derechos sobre los pequeños, aunque un tribunal de apelación desestimó su petición, así que la ex pareja tuvo que llegar a un acuerdo fuera de los tribunales para que Jackson se quedara con la custodia de los niños.
Entonces Debbie declaró: “Son sus hijos, los tuve por él. No habrían nacido si no hubiera sido por mi amor por él. Lo hice para que se convirtiera en padre, no para convertirme yo en madre”.
En una entrevista con Playboy, hubo otra versión. Lisa Marie declaró que sabía en ese momento que ella y Jackson estaban casados que Rowe quería tener sus hijos y que Rowe estaba “enamorado de él”.
Tras la muerte de Michael Jackson, en el año 2009, Rowe comenzó una nueva batalla judicial contra la madre del cantante, Katherine Jackson, que se había quedado con la custodia de los tres hijos del cantante. Jackson dejó escrito en su testamento que su madre se encargaría de criar a los pequeños y nombró a la cantante Diana Ross como segunda tutora.
Rowe recibió un acuerdo de ocho millones de dólares, y una casa en Beverly Hills. Documentos judiciales indican que había firmado un acuerdo prenupcial, por lo que no pudo conseguir un reparto equitativo de los bienes comunes bajo la ley de California.
El artista dejaba fuera de cualquier herencia a Rowe. Finalmente, Katherine y Rowe consiguieron llegar a un acuerdo: los niños seguirían bajo la tutela de su abuela, pero su madre tendría derecho a visitarlos.
Gracias a estos encuentros familiares, Debbie consiguió recuperar el cariño de sus hijos. En julio del 2016 la enfermera fue diagnosticada de cáncer de mama, y Paris se convirtió en un gran apoyo para ella en esos momentos tan duros.
En 2014, cinco años después de la muerte de Michael Jackson, la enfermera se comprometió con Marc Schaffel, un ex socio y productor del cantante. La ex mujer del artista le comentó a la publicación de noticias del espectáculo TMZ que conoció a Schaffel cuando trabajaba para el cantante y desde entonces fueron amigos, actualmente siguen como pareja.
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