Hace más de un año, Fiona Ufton, cantante irlandesa y nuera de Sean Connery, hizo pública la última foto en la que se vio al actor escocés, quien falleció hoy a los 90 años. En aquel entonces, el 25 de agosto de 2019, se lo ve en la celebración de su cumpleaños número 89 con Ufton y su hijo, Jason Connery.
Jason Connery, actor como Sean, declaró a la prensa británica que su padre llevaba “mal un tiempo”, y que murió durante la noche acompañado por su familia en Nassau, en las Bahamas. “Es un día triste para todos los que conocían y querían a mi padre, y una triste pérdida para toda la gente que disfrutó del don maravilloso que tuvo como actor”, agregó.
Connery, nacido en Edimburgo en 1930, era uno de los rostros más reconocibles del cine. Ganó fama mundial en las décadas de 1960, y 1970 cuando comenzó a interpretar a James Bond, el agente secreto más famoso de la historia. Ese papel, y el magnetismo canalla con que lo hizo, situaron al actor como uno de los hombres más deseados del mundo y como uno de los grandes íconos en la segunda mitad del siglo XX.
A lo largo de los años 70, su presencia se hizo habitual en algunos de los filmes de aventuras más recordados de aquella década, desde el explorador que acompañaba a Michael Caine en “The Man Who Would Be King” (1975) al Robin Hood de “Robin and Marian” (1976), pasando por la epopeya orientalista de “The Wind and the Lion” (1975).
Sin embargo, tras esa etapa como hombre de acción, el reconocimiento de Connery como actor explotó tardíamente, cuando protagonizó una serie de éxitos de taquilla a finales de los años ochenta.
Su interpretación de un duro y veterano policía en la película “The Untouchables” le dio su único premio Óscar, como mejor actor secundario, en 1987.
Además de esa película, otros papeles como el de padre de Harrison Ford en “Indiana Jones and The Last Crusade” (1989), o el de capitán de un submarino soviético en “The Hunt for Red October” (1990) cimentaron su prestigio entre las nuevas generaciones, sin perder su magnetismo.
Hijo de un camionero y una limpiadora, Connery, que celebró sus 90 años en agosto, abandonó la actuación en 2006 y la vida pública en 2011, para disfrutar de un retiro dorado en las Bahamas.
Muy implicado en la causa independentista escocesa, aprovechó momentos como la ceremonia en la que la Reina Isabel lo nombró caballero, en la que apareció con falda escocesa, para reivindicar sus orígenes.
La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, se mostró “desconsolada” por la muerte de “uno de los hijos más queridos de nuestra nación”.
“Fue una leyenda global, pero, ante todo, un escocés patriota y orgulloso. Su imponente presencia en la apertura del Parlamento escocés en 1999 mostró su amor por su país de nacimiento. Sean fue un defensor toda su vida de una Escocia independiente y quienes compartimos esa creencia tenemos una deuda de gratitud con él”, dijo.
CON INFORMACIÓN DE EFE
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