Conoció a la fama cuando interpretó al odioso primo de Harry Potter, Dudley Dursley, en la aclamada franquicia cinematográfica basada en los libros de J. K. Rowling. Pero Harry Melling se ve completamente diferente ahora gracias a su increíble transformación física. Hoy en día está triunfando en Hollywood y ya ha trabajado junto a grandes estrellas del cine como Johnny Depp o Charlize Theron.
El intérprete trabajó en varias películas, incluidos tres éxitos de Netflix que se lanzaron este año, pero Melling confiesa que pocas personas se dan cuenta de que una vez interpretó al niño que se encargó de hacerle la vida imposible a Harry Potter desde la primera película, “La piedra filosofal” (2001) hasta "Las reliquias de la muerte: Parte 1″ (2010), último filme de la saga en el que apareció.
El actor, de 31 años, que ya no es reconocido por los fanáticos de la saga después de un considerable descenso de peso, ahora volvió al centro de atención ya que es uno de los protagonistas de “Gambito de Dama”, la recién estrenada miniserie de Netflix, con Anya Taylor-Joy a la cabeza y la dirección de Scott Frank.
Después de su papel en Harry Potter, el joven actor actuó principalmente en el teatro, siendo algo olvidado por el público en general. Fue en este momento, al final de su adolescencia, cuando empezó con su cambio físico.
En una entrevista con la revista People, Melling habló sobre drástico cambio de apariencia: “Creo que fue algo inconsciente cuando comenzó a suceder. Fui a la escuela de teatro cuando tenía 18 años y ahí fue donde perdí peso, no por ninguna necesidad importante por mi parte, pero algo algo que sucedió".
Además, afirmó que fue algo bueno para él pasar desapercibido por un tiempo. "Creo que una de las bendiciones en esa etapa en mi vida fue el hecho de que no me reconocieran. Tenía esta historia de ser parte de las películas, pero también sentí que tenía la oportunidad de tener un nuevo comienzo, lo cual creo que fue útil”, explicó.
El intérprete británico fue perdiendo peso y su aspecto fue cambiando de la primera a la última aparición; de hecho los productores consideraron reemplazarlo. Incluso tuvo que usar un traje que simulara sobrepeso para mantener su papel. Melling tenía solo 12 años cuando debutó en la primera película de “Harry Potter” en 2001, y continuó teniendo presencia en la franquicia hasta “The Deathly Hallows - Part I”, que se estrenó en 2010.
En los últimos diez años, ha establecido su carrera como actor a través de una serie de roles en televisión y en cine. Protagonizó la película “The Old Guard” con Charlize Theron, y el thriller psicológico, “The Devil All the Time”, que se estrenaron en Netflix a principios de este año.
Harry también terminó el rodaje en julio de la adaptación cinematográfica de la novela de William Shakespeare, “La tragedia de Macbeth”. Él interpreta a Malcolm y la producción se estrenará en 2021.
En los últimos años, Melling ha forjado un currículum impresionante, apareciendo apareciendo en varios trabajos cinematográficos como ‘Waiting for the barbarians" junto a Johnny Depp, Mark Rylance y Robert Pattinson con dirección de Ciro Guerra o “La balada de Buster Scruggs” de los hermanos Coen.
En pleno éxito, el actor expresó: “Espero que la gente no se aburra de verme. Pero, honestamente, es una gran y extraña coincidencia que, desafortunadamente, la gente no pueda salir -por la pandemia- y por eso estén confiando en Netflix. Así que ha sido un hecho realmente extraño y maravilloso”, comentó.
Harry no es la única estrella de “Harry Potter” que sorprendió a los fanáticos con una transformación dramática, ya que Matthew Lewis, quien interpretó al entrañable estudiante de Gryffindor, Neville Longbottom, hizo lo mismo.
Dio a conocer su físico en 2011 en el último estreno de la película de “Harry Potter”, después de contratar a un entrenador personal para mejorar su estado físico. El actor, de 31 años, volvió a ser noticia en 2015 cuando mostró sus abdominales en una compaña de ropa interior para la revista Attitude.
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