El estreno de la serie Súbete a mi moto destapó una caja de pandora al interior de la famosa agrupación Menudo. Durante los últimos días han resurgido los testimonios de varios integrantes de la agrupación puertorriqueña que sufrieron varios maltratos físicos, verbales, explotación y abuso sexual de parte del manejador de la banda, Edgardo Díaz.
Atrás quedó el recuerdo de los temas Claridad, Súbete a mi moto, A volar, entre otos muchos más, cuando se supo que Díaz siempre privilegió su interés de llevar a la fama a los adolescentes y esto se tradujo en un exitoso y mediático fenómeno comercial que tras bambalinas ocultó una historia de explotación laboral y abuso sexual.
Lo más llamativo en este acontecimiento es que ninguno de los casos de excesos fue denunciado a fondo en la serie transmitida por Amazon Prime Video, a pesar de que varios de los integrantes ya adultos habían alzado la voz para evidenciar las conductas de las que fueron objeto durante años.
René Farrait, Ray Reyes, Roy Roselló, Ángelo García, Jonathan Montenegro, fueron algunos de los ex cantantes que se pronunciaron en contra de la serie estrenada hace unas semanas y que evidenciaron algo más que el ascenso a la fama y el declive de la agrupación puertorriqueña, puesto que hablaron de abusos, maltratos y hasta consumo de drogas cuando apenas eran menores de edad.
Pero como Menudo, existen otras banda que alcanzaron las mieles del éxito y que en sus entrañas guardan más secretos que los pudieron revelar sus jóvenes integrantes.
Parchís
Yolanda, David, Tino, Gemma y Frank aparecieron en la escena musical en la década de los años 80. Los cinco niños, vestidos con trajes de colores, llenaron con inocencia la infancia de la época que pronto los llevó a la fama no sólo en España, de donde son originarios, sino de toda Latinoamérica, en la que se volvieron completamente exitosos.
Lo que comenzó como la grabación de un disco se convirtió en una carrera de 20 álbumes, siete películas y millones de fans al rededor del mundo, aunque detrás se oculta una historia de adeudos, explotación y descontrol hacia sus integrantes.
“Grabábamos la película por la mañana, y hacíamos dos sesiones de circo por la tarde durante prácticamente un mes”, contó Óscar, el hombre que en su infancia fue la primera ficha azul.
La madre de este mismo ex Parchís reveló a Netflix, plataforma que hizo un documental sobre la banda infantil, que los niños rara vez recibieron el dinero justo por su trabajo.
Parchís, el documental, que está disponible en dicha plataforma de streaming, recorre el surgimiento de la banda desde sus inicios en 1979 hasta su disolución. En el camino de la explosión de Los Parchís, surgieron muchos inconvenientes que los miembros del grupo decide contar en este documental.
En este mismo proyecto se evidenció que los niños no tenían un cuidado profesional y muchas veces abusaron de esto al sentirse libres y lejos de sus padres. Además en más de una ocasión se convirtieron en el centro de reuniones de empresarios que buscaban algo más que una presentación musical.
Timbiriche
El grupo musical mexicano conformado también en los años ochenta como competencia directa de Parchí, también tiene su lado oculto.
Aunque no se tiene claro si los promotores cometieron alguna vejación contra el talento de esta banda juvenil, sí se tiene conocimiento de que los mismos integrantes maltrataron a sus compañeros como un “derecho de piso”, como se dice en México para permitir trabajar en algún lugar.
Timbiriche fue una de las agrupaciones más famosas en el país y es muy recordada por exponentes como Mariana Garza, Benny Ibarra, Sasha Sokol, Alix Bauer, Diego Schoening, Erik Rubín y Paulina Rubio. A ellos después se sumaron Thalía, Edith Márquez o Eduardo Capetillo, entre otros más.
Paulina Rubio confesó hace unos años a People en español que sus compañeros la criticaron por su cuerpo de adolescente.
“Yo me sentía el patito feo de Timbiriche... Era la más chica, la más flaquita y Benny me decía el cuerpo del mago, nada por aquí y nada por allá”, reveló en 2018.
“Tenían una edad perfecta para hacer bullying. El lema era ‘esta es la nueva, pues que se gane el lugar’. Yo sufrí un año, me hacían travesuras tontas, en aquel entonces por la edad que tenía, le daba más importancia; eran bromas muy pesadas, como desconectar el micrófono, vaciar el extintor por debajo de la puerta, una serie de situaciones muy difíciles para mí”, contó hace unos meses para Venga la Alegría.
En una ocasión Erik Rubín también confesó que sus compañeros le escondían la ropa o le jugaron bromas durante su convivencia en Timbiriche.
The Jackson 5
Con una explosión de frenesí juvenil y de jovial perfección soul-pop se presentaron hace más de cincuenta años The Jackson 5, uno de los grupos paradigmáticos dentro de los conjuntos de niños prodigio y que también sirvió para alumbrar la carrera del “rey del pop” Michael Jackson.
Joe Jackson, el estricto y muy polémico patriarca de los Jackson, tenía un sueño: triunfar con un grupo musical formado por sus hijos.
A ello se dedicó con todo su empeño desde Gary, una pequeña ciudad de Indiana en la que comenzaron a ensayar sin descanso los hermanos Jermaine, Jackie, Tito, Marlon y Michael, el más joven y quien se convertiría con sus fabulosos bailes y excelsa voz en el líder de la banda.
Detrás del luminoso éxito de The Jackson 5 había una historia de niños prácticamente sin infancia, atados a una vida frenética que sería inhumana incluso para unos adultos, y amarrados a compromisos de conciertos y grabaciones sin respiro.
Joe Jackson resultó ser no un visionario de la música sino un padre que sometió a sus hijos a abusos de todo tipo, y los hermanos también descubrieron, ya a mediados de los años 70, que Motown se la había jugado al grupo con un contrato lleno de trampas que por poco arruina su carrera.
Michael Jackson se convirtió en un auténtico dios de la música popular con obras imprescindibles como Off the Wall (1979) o Thriller (1982), pero hay aficionados del soul que recuerdan con especial cariño sus primeros años con The Jackson 5.
Con información de Efe
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