Después de seis meses de anunciar el lanzamiento de su fundación benéfica Archewell, los duques de Sussex oficializaron con un nuevo sitio web este ambicioso proyecto creado tras el “Megxit”. Archewell.com ya está en línea, con una página de inicio sencilla sobre un fondo beige y con un mensaje en el que explican el significado del nombre elegido para su ONG en solitario y sin conexión con la familia real británica. Pero hay otra razón por la cual adoptaron este enigmático término.
Junto con un formulario de registro por correo e información de contacto, el sitio web incluía las definiciones de “Arche”, una palabra griega que significa “fuente de acción”, y “Well", una basta fuente o suministro; un lugar a donde vamos a cavar profundamente. Curiosamente, la W es presentada de una forma especial, por lo que se podría pensar que ese diseño será el utilizado en el logo de la fundación.
Se trata de una ONG centrada en promover causas como el feminismo, la salud mental y la defensa del medio ambiente, a la que también decidieron llamar Archewell en honor a su primogénito Archie, tal y como explicaron en un comunicado publicado el pasado abril cuando el mundo estaba viviendo uno de los momentos más duros por la pandemia.
“Al igual que tú, ahora nuestra principal preocupación es apoyar los esfuerzos para abordar la pandemia global de COVID-19. Pero ante las noticias que se han publicado en torno a nuestra futura fundación, nos sentimos obligados a compartir la historia de cómo nació esta idea”, explicaban entonces los duques.
“Antes de SussexRoyal surgió la idea de ‘arche’, palabra griega que significa ‘fuente de acción’. Hace años ya conectamos con este concepto para la organización benéfica que esperábamos construir algún día. Una palabra que también se convirtió en la inspiración para el nombre de nuestro hijo. Hacer algo significativo, hacer algo que importa. Archewell es un nombre que combina una palabra antigua para fuerza y acción, y otra que evoca los recursos profundos a los que debemos recurrir. Esperamos lanzar Archewell cuando sea el momento adecuado”, prometían.
El príncipe Harry, de 36 años, y su esposa, Meghan Markle, de 39, viven actualmente en su mansión de USD 14 millones en Montecito, California, y se alejaron de sus deberes reales en marzo de este año. Pese a despedirse de la marca “Sussex Royal” tras su renuncia a la familia real británica, la pareja siguió trabajando por las causas cercanas a su corazón a distancia.
Las últimas apariciones de los Sussex molestaron a la reina Isabel II y al resto de familia real, en especial por sus declaraciones políticas sobre las elecciones estadounidenses.
Al opinar sobre las elecciones e insinuar un respaldo a Joe Biden, los duques generaron el enojo del presidente Donal Trump. Consultado por los comentarios de la pareja, dijo a los periodistas: “No soy un fan de ella. Le deseo buena suerte a Harry, porque la va a necesitar”.
El nieto de Isabel II, que no es ciudadano estadounidense, señaló que no podrá votar este año y reconoció que nunca ha votado en el Reino Unido. Pero instó a los estadounidenses a concurrir a las urnas el próximo 3 de noviembre.
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