James Redford, hijo del veterano actor Robert Redford, murió en su casa en el condado de Marin, California, a la edad de 58 años el pasado 16 de octubre luego de una batalla de dos años contra el contra el cáncer de hígado.
La esposa del documentalista y activista, Kyle Redford, dijo al periódico The Salt Lake Tribune que la enfermedad hepática de su esposo había regresado hace dos años y que había muerto debido a un cáncer en el hígado que se había descubierto mientras esperaba un nuevo trasplante en noviembre pasado.
El tercero de los cuatro hijos del actor luchó con sus problemas de salud desde muy joven. Con apenas 15 años le diagnosticaron colangitis esclerosante primaria, una enfermedad autoinmune que afecta al hígado, y tuvo que someterse a dos trasplantes en 1993.
A través de Twitter, Kyle Redford compartió una galería de fotos del fallecido cineasta para conmemorar su vida. “Jamie murió hoy. Estamos desconsolados. Vivió una vida hermosa e impactante y fue amado por muchos. Él será profundamente extrañado”.
“Como su esposa desde hace 32 años, estoy muy agradecida por los dos hijos espectaculares que criamos juntos. No sé qué hubiéramos hecho sin ellos durante los últimos dos años”, agregó en su publicación en la red social.
La representante del actor, Cindi Berger, declaró a la revista People que el director “está de luto con su familia durante este momento difícil y pide privacidad”. "El dolor es inconmensurable por la pérdida de un hijo”, añadió. “Jamie era un hijo, esposo y padre cariñoso -estaba casado con Kyle Redford, y tenía dos hijos, Dylan y Lena- . Su legado sigue vivo a través de sus hijos, el arte, el cine y su pasión por la conservación y el medio ambiente”
Documentalista de profesión y conocido por su labor activista, en 2005, junto con su padre fundó The Redford Center, una organización sin ánimo de lucro que produce documentales y otorga subvenciones a los cineastas que dirigen películas para concientizar al público sobre el cambio climático y el cuidado del medio ambiente. Mediante esta plataforma, James produjo Happening: A clean energy revolution (2017), un documental sobre la dependencia de los Estados Unidos a los combustibles fósiles, y Raise the River vs. Move the Ocean, en 2018.
Nacido en Nueva York en 1962 y licenciado en Literatura y Cine por la Universidad de Colorado, la defensa de la naturaleza no son las únicas causas que motivaron a James Redford a lanzarse a la producción o dirección de trabajos audiovisuales. También los problemas de salud. Firmó la película protagonizada por su hijo Dylan, The big picture (2013) que trata sobre la dislexia, y en 1999 produjo The kindness of strangers, un documental sobre el drama de las listas de espera de órganos
El ganador del Oscar recibe este duro golpe a los 84 años. En 1959 el intérprete ya había perdido a su primer hijo, Scott, fruto de su primer matrimonio con Lola van Wagenen. Cinco meses después de nacer, Scott falleció por muerte súbita. El actor y su esposa decidieron tener más hijos, Shauna, James y Amy, todos ellos dedicados al mundo del cine. Redford posteriormente se casó con la pintora Sibylle Szaggars, su actual esposa.
The Sundance Institute, organización sin ánimo de lucro comprometida con el cine independiente, declaró sentir una “profunda tristeza” por la muerte del cineasta. “Jamie era un colaborador intuitivo y amable. Nuestra comunidad de artistas y socios lamenta su pérdida y transmite sus condolencias a la familia Redford; la calidez de Jamie, su pasión y la generosidad de su espíritu continuarán inspirándonos”.
En 2003 escribió y dirigió la película de ficción Spin, protagonizada por Stanley Tucci y Rubén Blades, pero el resto de su carrera transcurrió mayormente en torno al formato documental. Años después, en 2012, produjo tanto Watershed: Exploring a New Water Ethic for the New West como The Big Picture: Rethinking Dyslexia, este último teniendo como inspiración a su hijo Dylan, que sufre del trastorno. Su preocupación por el medio ambiente y la energía renovable cristalizó en 2017 en el documental Happening: A Clean Enery Revolution.
También se destacan dos documentales sobre el daño biológico que el abuso físico y emocional supone para los niños: Paper Tigers, en 2014, y Resilience: The Biology of Stress and the Science of Hope, en 2016.
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