Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda debieron interrumpir sus vacaciones familiares en Grecia luego de recibir un aluvión de críticas por haber decidido viajar fuera del país en medio de la pandemia por coronavirus.
Las decisiones privadas de los monarcas de Países Bajos no están siendo muy atinadas en los últimos meses. Este es el segundo escándalo en el que se ven inmersos por no dar ejemplo durante la pandemia, y por no respetar las normas que impone el propio Gobierno holandés para frenar los contagios.
Dos días después de que se decretara el confinamiento parcial del país tras registrar nuevos casos de COVID-19, los reyes aterrizaron en Grecia con la intención de pasar unos días de descanso en su villa privada en Kranidi, en la península del Peloponeso, a 160 kilómetros de Atenas, con vistas al mar Egeo. Su estancia, sin embargo, fue muy breve.
Tras las críticas, la pareja real emitió un comunicado cuando regresaron el viernes pasado. “Abandonaremos nuestras vacaciones. Hemos visto reacciones de la gente a los informes de los medios. Y son intensas, y nos han afectado”, se puede leer en el escrito, al tiempo que añadieron que no quieren que haya dudas sobre la necesidad de cumplir con las medidas para combatir el virus. "Para tener el virus Covid-19 bajo control, es necesario que se sigan las pautas. La discusión sobre nuestras vacaciones no contribuye a eso”, agregaron.
Esta escapada ha tenido consecuencias a nivel político, pues el primer ministro, Mark Rutte, sí conocía los planes de los reyes, pero no se lo había comunicado al ministro de Sanidad, Hugo de Joge, a quien las preguntas de los periodistas en una rueda de prensa sobre el paradero del matrimonio lo encontró desprevenido. “No tengo ni idea de las vacaciones del rey”, reconoció De Jonge.
Las críticas hacia Guillermo y Máxima de Holanda han puesto en duda su ejemplaridad en momentos que el Gobierno pide a la población que no viaje para evitar la propagación del virus en el país. Una polémica que se suma a otra que tuvo lugar en el verano europeo, cuando el matrimonio no guardó la distancia de seguridad al hacerse una foto con el propietario de un restaurante donde habían comido, también en Grecia.
Tras conocerse la fotografía, los reyes tuvieron que salir a pedir disculpas públicas por no acatar las medidas contra el COVID-19 . En un comunicado lamentaron haber infringido la norma de distanciamiento social durante su paso por la isla de Milos.
“Apareció una foto en los medios en la que mantenemos muy poca distancia. En la espontaneidad del momento, no le hicimos caso a la medida. Por supuesto que deberíamos haberlo hecho. Porque el cumplimiento de las reglas de la Corona también es esencial en vacaciones para derrotar el virus”, fue el mensaje de la Casa Real de Holanda publicado en la cuenta oficial de Twitter.
En otras circunstancias la publicación de unas imágenes de los reyes Guillermo Alejandro I y Máxima disfrutando de sus vacaciones habría sido polémica por la vulneración que supone de las normas de privacidad de la casa real holandesa. Es lo que por ejemplo sucedió el año pasado, cuando el gobierno de Países Bajos censuró un video en el que la reina aparecía bailando es una fiesta privada en Sevilla.
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