Stevie Nicks se ha tomado el tiempo para reflexionar acerca de los derechos de las mujeres tras el fallecimiento de alguien que considera su héroe: Ruth Bader Ginsburg.
En una reciente entrevista con el diario británico The Guardian, la cantante expresó que el derecho al aborto fue una batalla que su generación logró ganar. No obstante, con Amy Coney Barrett, esto podría cambiar radicalmente.
“El derecho al aborto, esa fue realmente la lucha de mi generación. Si el presidente Trump gana esta elección y pone a la jueza que quiere, ella lo prohibirá absolutamente y empujará a las mujeres a abortos clandestinos”, explicó.
Pero Nicks no solamente habla como una persona que simplemente apoya al movimiento, sino como alguien que tuvo la oportunidad de elegir sobre su cuerpo. La cantante compartió que ella se sometió a un aborto en 1979, después de haber quedado embarazada de el vocalista de Eagles, Don Henley.
La mujer de 72 años explicó que esta decisión fue tan importante, que de no haberla tomado, hubiera tenido un grave impacto tanto en su vida, como en el rumbo de Fleetwood Mac.
“Si no hubiera tenido ese aborto, estoy bastante segura de que no habría ningún Fleetwood Mac. No hay forma de que pudiera haber tenido un hijo entonces, trabajando tan duro como trabajamos constantemente. Y había muchas drogas, estaba consumiendo muchas drogas... habría tenido que alejarme”, expresó.
Aunado a esto, la intérprete narró que puso en perspectiva sus deseos y lo que su trabajo traería a las demás personas si continuaba con su carrera. Fue por esto que optó no continuar con su embarazo.
“Y sabía que la música que íbamos a traer al mundo iba a curar el corazón de tanta gente y hacerla tan feliz. Y pensé: ¿sabes qué? Eso es realmente importante. No hay otra banda en el mundo que tenga dos cantantes principales, dos escritoras principales. Esa era mi misión en este mundo”, contó.
En 1979 la banda ya estaba disfrutando su fama y fortuna, Rumours se estrenó en 1977 y se convirtió en uno de los álbumes más icónicos de su tiempo, pues vendió 40 millones de copias. Ahora, gracias a Nathan Apodoca, las ventas y reproducciones en línea de este álbum se volvieron a alzar.
Fue en una entrevista con la revista Billboard en 2014 cuando la cantante habló al respecto y explicó que una vida muy diferente le pudo haber esperado. Además, compartió el nombre que le hubiera puesto a la bebé.
“Si me hubiera casado con Don y hubiera tenido ese bebé, y si hubiera sido niña, la habría llamado Sara”, confesó Nicks.
Pero Nicks no se arrepiente de esto, en la vida su único remordimiento fueron sus ocho años de adicción al tranquilizante clonazepam (vendido como Klonopin). Esta comenzó en 1986, cuando un psiquiatra le recetó la droga para ayudarle a conciliar el sueño después de haber salido de rehabilitación por adicción a la cocaína.
“Es una droga muy sutil; simplemente no lo sientes mucho, o eso crees. En la botella, dice: ‘Tómelo según sea necesario’. Esa es la cosa más estúpida que he escuchado. Entonces piensas: ‘Bueno, lo necesito cada dos horas’. Es adicción en una botella”, explicó.
Esta adicción sin embargo, no fue una tortura, ni se trataba de sufrimiento, sino que simplemente fue un momento en el que no hizo nada mas que ver películas, comer buena comida y ver a amigos. Pero también fue un momento en donde dejó que el arte y la creatividad también se quedaran descansando.
“Fue totalmente un no-tiempo. Solo existí. Me quitó todo mi maravilloso drama, mi tempestuosidad, mi compasión, mi empatía, todas esas cosas que me llevaron al piano. Ahora me digo a mí misma: ‘¿Cómo sobreviviste ocho años sin tu maravilloso drama?’”, se cuestionó.
Lo único que Nicks tiene que decir al respecto de este tiempo es una recomendación: “Si alguien alguna vez intenta ponerte en Klonopin, sal corriendo y gritando de la habitación”, comentó.
MÁS SOBRE ESTE TEMA