El padre de dos de las supermodelos más famosas del mundo, Gigi y Bella Hadid, quien tiene su propia fama como desarrollador inmobiliario —y sus propios adversarios en ese rubro—, ha decidido buscar un nuevo horizonte. Y uno adecuado para su estilo de vida de Beverly Hills: Mohamed Hadid ingresó al mundo de la alta gastronomía con su propia marca de caviar, que acaba de lanzar en los Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Emiratos Árabes Unidos.
Según informó Tatler, el emprendedor estadounidense-jordano, de origen palestino, se asoció con Edward Gant, cuya familia lleva más de tres décadas en la industria de los frutos del mar. “Personalmente seleccionada por Hadid, la línea de caviares incluye Black (imperial), Gold (osetra), Black Diamond (beluga) y Sultan’s", resumió la publicación británica dedicada a la nobleza y sus inmediaciones, como las celebridades. A estas cuatro variedades ya disponibles se sumarán otras dos en noviembre, en las mismas presentaciones, latas desde 50 hasta 500 gramos.
Reconocido por construir hoteles de lujo y mansiones, principalmente en el barrio de Bel Air en Los Angeles, California, el padre de las Hadid —y reciente abuelo de una niña, su tercera nieta, la primera hija de Gigi y su pareja, Zayn Malik, estrella de One Direction— nació en Nazareth en 1948. Su familia, musulmana, desciende por el lado de su madre, Khairiah, de Daher al-Umar al-Zaydani, príncipe de Nazaret y sheik de Galilea. Con su madre y su padre, Anwar, y sus siete hermanos, abandonó el territorio cuando era un bebé, durante el éxodo.
“Hadid ha sido una persona ambiciosa desde temprana edad”, siguió Tatler. “Luego de mudarse a los Estados Unidos para estudiar, durante la adolescencia, comenzó a construir su imperio de propiedades, con un breve hiato para participar en las Olimpíadas de Invierno de 1992 en representación de Jordania en esquí de velocidad”.
También él repitió la historia familiar de descendencia amplia, y tiene cinco hijos: Marielle y Alana, de su primer matrimonio, con Mary Butler, que terminó en 1992, y Gigi, Bella y Anwar, de su segundo matrimonio, con la modelo holandesa Yolanda Hadid, de quien se separó en 2000.
Poco antes del lanzamiento de los caviares Hadid, el padre de las supermodelos se sumó al proyecto de recetas Craving Palestine, que es a la vez un libro y un sitio y se describe como “una carta de amor y un homenaje a Palestina”. El recetario incluye platos de distintas personas que tienen en común un origen familiar en este segmento particular de la cultura culinaria de Medio Oriente. El trabajo, que realizaron en coautoría Farrah Abuasad y Lama Bazzari, contó con la curaduría de Fadi Kattan.
Hadid aportó dos recetas y donó su parte proporcional de los ingresos del libro y del sitio a programas educativos, de desarrollo y de salud para refugiados palestinos en campos bajo la atención de la ONG Anera. “Acompáñenme en este viaja por los pueblos, las ciudades y las aldeas de Palestina, hacia la profundidad de miles de años de cultura gastronómica en la tierra del aceite de oliva, las aceitunas, el za’atar, las vides y las hojas de parra", escribió en su cuenta de Instagram.
“Aprendí de mi madre dos de las recetas de este libro, y ella las aprendió de la suya. Mi madre cocinaba para todo el mundo. Aprendí mucho de mi madre y mi padre sobre cómo y qué comer, y lo más importante, a ser anfitrión y dar de comer a la gente de diversos dioses, de todas las religiones, de la tierra rica y culta de Palestina”, agregó.
La importancia de sus raíces en Medio Oriente también se notó en sus comentarios sobre la nueva nieta: “Quiero que me llame ‘jiddo’”, dijo Hadid sobre la hija de Gigi. “Es un nombre en árabe que significa ‘abuelo’”.
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