Tras el estreno este viernes de la serie Súbete a mi moto, que retrata el ascenso a la fama y las vicisitudes en la trayectoria del grupo pop puertorriqueño Menudo, conjunto que se convirtió en un fenómeno musical en gran cantidad de países a partir de finales de la década de los 70, diversos aspectos polémicos sobre la agrupación han venido a la memoria del público que le tocó vivir esos años.
Con un tratamiento nostálgico que intercala la aparición de sucesos históricos y el enfoque a cuadro como filmado a través de una Betacam, la serie producida por Mary Black y Leonardo Zimbrón para la plataforma de contenidos digitales Amazon Prime remonta al espectador a una época donde los ídolos juveniles eran capaces de paralizar ciudades y abarrotar los recintos donde se presentaban: la llamada “menuditis” o “menudomanía”se apoderó de todo el continente americano, donde un grupo de pre adolescentes boricuas conquistaron los corazones de millones de fans en Venezuela, Perú, Colombia, Chile, México y, sorprendentemente con su música en español, también en Brasil.
Como es sabido, y dada la regla por el creador del concepto musical, el productor Edgardo Díaz, los integrantes de la boy band tenían fecha de caducidad: no podían permanecer más en ella si es que cumplían 15, a lo más 16 años, o comenzaban a desarrollar cambios hormonales propios de la adolescencia.
Aspectos como el crecimiento de vello facial, el engrosamiento de la voz, el aumento de talla y el cambio en las facciones marcaban el fin de la permanencia de cada chico por la agrupación, en la que desfilaron 39 distintos adolescentes a través de toda la trayectoria.
Se sabe que esta situación estipulada por contrato, estresaba a los integrantes a tal grado de “no querer crecer” porque sabían que eso significaría el adiós a la banda. Aunado a esto, las extenuantes giras de conciertos y ritmo de trabajo, bajo el cual grababan más de un disco por año, con una gira internacional por cada uno, significó también un desgaste fuerte para los chicos.
En la serie estelarizada por Yamil Ureña, quien encarga al polémico manager de la banda, se retratan aspectos como la delgada línea entre el cumplimiento de un sueño artístico y la explotación laboral infantil, donde los papás de los chicos en un inicio se veían renuentes a permitir que un adulto y su equipo viajara con cinco casi niños a distintos países, situación que con la llegada de las ganancias se vio apaciguada: gracias a Menudo, los papás de muchos chicos obtuvieron ingresos suficientes como para no ponerle trabas a su participación en el proyecto.
Otro aspecto reflejado en la serie es el hecho de que en la época, el grupo fue acusado de incitar “a la inmoralidad” a sus fanáticas, debido a los bailes que fueron señalados de tener connotaciones sensuales que se hacían más evidentes con las ajustadas mallas en colores metálicos que los pre adolescentes usaban. Incluso se habló de que estaban enviando estímulos inapropiados para la edad de sus fans antes del despertar sexual.
Rocío Verdejo es la actriz que da vida a una fanática mexicana en la serie, y parte de la historia se cuenta desde su perspectiva a través de flashbacks y anécdotas argumentales intercaladas con cortinillas que retrataban sucesos históricos de la época, que abonan a la trama donde el acoso por parte de mujeres mayores a los Menudo hace recordar el caso de René Farrait, uno de los integrantes en la época de los 80, donde una mujer mayor lo aborda en un hotel para llevarlo a una habitación.
En la serie también se aborda el surgimiento de Ricky Martin y cómo siendo éste tan pequeño fue rechazado de los dos primeros castings en los que participó. Se le retrata como un niño muy talentoso y obstinado en cumplir su sueño de estrellato.
Un triste suceso se ve abordado en la serie de Amazon Prime, el de aquella vez en que antes de un concierto en Brasil una de sus miles de fanáticas perdió la vida durante una aglomeración de personas que se resguardaban de la lluvia antes del show.
A casi 40 años de su surgimiento, Menudo y el fenómeno que representó para la música pop latinoamericana ha vuelto a posicionarse ante los ojos de otra generación, y a los del público que con la serie está viviendo de nueva cuenta una “menudomanía” que no se libra de los escándalos.
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