Este miércoles Kanye West encendió las redes al publicar en Twitter un video donde orina un Grammy para mostrar su molestia con las disqueras a las que acusa de “esclavistas” debido a lo que considera cobros excesivos para los músicos.
El rapero está enfurecido porque la mayoría de los artistas no son dueños de su propio trabajo ya que ha tratado de comprar los derechos de su música a Universal y está tratando de salir de su contrato con el sello.
“No publicaré más música hasta que haya terminado mi contrato con Sony y Universal”, aseguró el artista en una serie de mensajes de Twitter que ha ido borrando y añadiendo, y en los que también exigía disculpas a Drake, pedía una reunión con Jay-Z y mencionaba que su canciones valdrían más que las de Taylor Swift.
Como recuerda la revista Billboard, el enfrentamiento del rapero con sus sellos musicales se produce justo cuando se esperaba que saliese a la luz su disco “Donda”, que por el momento parece que no llegará al mercado.
Entre las publicaciones, West subió una captura de pantalla de lo que parece una conversación con uno de sus asesores legales, quien anima a presentar una denuncia contra Universal y Sony por “incumplimiento de contrato” al no haber apoyado al artista lo suficiente.
Según, West nadie en ambas compañías ha respondido a sus intentos de negociar un acuerdo y “es hora de ir”, en alusión a un aparentemente juicio. Toda esta polémica se produce cuando faltan menos de dos meses para las elecciones presidenciales en las que West sigue figurando como candidato, aunque con nulas posibilidades de victoria.
Su nombre aparecerá en las papeletas de una docena de estados, como Arkansas, Colorado, Oklahoma y Vermont, donde ha conseguido registrarse dentro de plazo. Todo tras desembolsar unos 7 millones de dólares en tasas.A pesar de que el músico registró su comité de campaña electoral en la Comisión Federal de Elecciones estadounidense, nunca han sido claras las intenciones reales detrás de su candidatura política, ya que se anunció cuando el plazo para registrarse había expirado en numerosos estados.
Un reportaje de la cadena de noticias CNN aseguró que la iniciativa de West era vista con buenos ojos por parte de algunos miembros del Partido Republicano, ya que los conservadores consideraban que su nombre en las papeletas podría desviar a votantes potenciales del demócrata Joe Biden.
Sin embargo no está claro si su presencia en los pocos territorios que contarán con la candidatura dañarán al aspirante demócrata o al presidente actual, Donald Trump, de quien el propio West se declaró admirador antes de competir en las urnas contra él. (Con información de agencias)
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