Con años frente a las cámaras y pese a los intentos de Hollywood por ponerse a la altura de los nuevos tiempos, para Sharon Stone algunas cosas no han cambiado nada en el meca del cine. La belleza y juventud eterna son todavía requisitos indispensables a cumplir para poder formar parte del mundo del entretenimiento, según una de las mujeres que llevó la etiqueta de sexy symbol casi toda su carrera.
La presión por lucir siempre jóvenes se ensaña con las mujeres de la industria del cine. Grandes actrices y con amplia trayectoria en el séptimo arte, como Stone o Michelle Pfeiffer, hicieron las paces con su cuerpo y hoy se muestran como mujeres satisfechas con su edad y su apariencia. Pero no es una tarea nada sencilla, porque parece que en Hollywood es un pecado envejecer.
Stone cree que cualquiera que diga que los atributos físicos no importan es un mentiroso.
“No te das cuenta de lo mucho que la apariencia importa hasta que comienzan a desaparecer”, dijo Stone, quien protagoniza el nuevo drama de Netflix “Ratched”, una precuela de “One Flew Over the Cuckoo’s Nest”, al diario británico Telegraph en un reciente entrevista. “Decir que las apariencias no importan es una gran y estúpida mentira”, añadió la consagrada intérprete que conoce de primera mano los altos estándares industria.
No obstante, la actriz dejó en claro que su postura ante la mirada del otro cambió. “Ya no me importa que otras personas me digan cómo está mi cara o mi cuerpo" explicó Stone. Y afirmó que su edad le ha dado una mejor perspectiva sobre lo que vale la pena luchar.
Con el paso del tiempo, la actriz -hoy de 62 años- aprendió a amarse y se siente mejor con su cuerpo con cada año que pasa.
“No tienes que seguir siendo una chica hermosa para siempre, y realmente tenemos que empezar a lidiar con el hecho de que es genial ser una mujer adulta e inteligente. Si tu pareja no entiende eso, no es un adulto y no deberías estar con él”, sentenció.
Sharon, que se ha casado dos veces, con Michael Greenburg y Phil Bronstein, también habló sobre su vida amorosa y admitió que no es fanática de los sitios de citas porque no permiten que las parejas desarrollen una química real.
“La química real, ese escalofrío, eso ocurre en el aire, no en un sitio. Y la gente se está volviendo menos adepta socialmente debido a esos sitios”, opinó.
Después de años de ser etiquetada a veces como “difícil de trabajar”, Stone dijo que se sintió reivindicada por el movimiento #MeToo.
Recordó a un director que “me pidió que me sentara en su regazo todos los días para recibir instrucciones”. Stone también habló de un actor en el elenco de la película de 1984 “Diferencias irreconciliables”, que una vez gritó en referencia a ella en un set lleno de gente: “¿Podrías salir del maldito camino? ¡Ni siquiera puedo ver sus tetas!”.
Pero Stone dijo que desde entonces se ha calmado y ahora deja pasar algunas situaciones.
Aunque la estrella se ha permitido deshacerse de algunas de sus inseguridades en los últimos años, todavía intenta mantener su cuerpo en buena forma. Como no pudo ir al gimnasio durante la pandemia de COVID-19, le dijo aTelegraph que había establecido un régimen de ejercicios en la casa.
Stone fijo que es disciplinada acerca de mantener su físico en forma. Su rutina de ejercicios consiste en hacer “30 sentadillas al día y levantar estas bolas de plomo de 3 kilos cuando veo televisión, solo porque no puedo ir al gimnasio en estos días”, afirmó la protagonista de “Bajos instintos”.
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