Para la actriz Angélica Celaya interpretar a la cantante Jenni Rivera significó un gran reto. Para estelarizar la serie Mariposa de Barrio tuvo que subir varios kilogramos, aprender de un empoderamiento femenino que hasta ese entonces no conocía, filmar casi todas sus escenas embarazada y despedirse de uno de los papeles más emblemáticos de su carrera por un trágico final.
A pesar de que la intérprete se ha enfrentado a diversos obstáculos a través de sus 37 años, le queda muy claro que “La Diva de la banda” necesitó de mucho coraje y entereza para afrontar verdaderas tragedias como la violación de su hija Janney Marín, mejor conocida como “Chiquis” Rivera; ser una madre soltera con cinco hijos y hasta triunfar en una industria tan difícil como la musical, especialmente en un género dominado por los hombres.
Celaya reconoció en entrevista con Infobae México que siempre se sintió identificada con Jenni Rivera, principalmente por su música con la que retrató su vida entera, pero fue al interesarse en el protagónico de Mariposa de barrio cuando conoció la verdadera personalidad de la estrella que falleció en un accidente aéreo en diciembre de 2012.
Este papel lo obtuvo tras convencer a la familia de la artista fallecida, pero no por su caracterización radical al cambiar de look o subir de peso, sino porque tras una intensa investigación se apropió de los sentimientos y razones detrás de cada una de las aportaciones de Jenni Rivera.
“Me preparé para una transformación física y mental. Tuve que empaparme de Jenni en todas sus facetas: la de mujer, madre soltera, luchando contra hombres en una industria dominada por ellos y la del barrio. Fue ahí que se convencieron los familiares para escogerme, porque vieron a Jenni. No físicamente, pero vieron la esencia de ella. Para lograr el parecido físico aumenté de peso, me sometí a un cambio de peinado y maquillaje, hasta me dejé rasurar las cejas... (además) conté con la ayuda del hijo menor de Rivera, Juan Ángel, quien me dio un disco duro con videos familiares personales”, contó la actriz.
Fue justo el apoyo de los familiares más cercanos de Jenni lo que le permitieron encarnar mejor a la Reina de Long Beach: “Recibí mucho apoyo, mucho amor. Me apoyaron en todo, en cada parte del camino y en cada paso de la producción. Tengo un gran honor y gran respeto por la familia porque no es para nada fácil ver la historia de su madre, hermana e hija encarnada por alguien que no lo es”.
Tras conocer las batallas más duras de la cantante, Angélica Celaya conoció un tipo de empoderamiento capaz de sobresalir de las adversidades más difíciles, enseñanza que ahora no piensa olvidar jamás.
“Lo que me dejó Jenni fueron las agallas que hay que tener en la vida. Fue una mujer muy fuerte. Una mujer que a pesar de las dificultades y desafíos demostró que la vida continúa. (Porque) hay que tener agallas de poder enfrentarte a lo que sea, y si se te cierra una puerta abrirla, y eso es lo que me estoy llevando de esta gran experiencia. Fue un enorme desafío físico y emocional que requirió enfrentar algunas de las experiencias más duras de su existencia”, explicó más a fondo.
“Ser terca con la vida, ser terca con lo que uno quiere y salir adelante. Seguir con los sueños porque se acaban, siempre siguen adelante. Es cuestión de uno creer en una misma”, añadió.
Filmar las últimas escenas con vida de Jenni sin duda fueron un gran golpe para la actriz de ascendencia mexicana: “Sentí escalofríos, los cartógrafos, directores, todos estábamos afectados, grabamos en silencio. Fue un momento no grato ya que no queríamos enfrentar esa realidad. Fue realmente difícil”.
Angélica Celaya ha participado en varios proyectos dentro de la industria de entretenimiento internacional, así la hemos visto en Preso no. 1, El señor de los cielos, Perro amor, Marina, Skin in the game, Mentes criminales: Sin fronteras y Constantine, entre otros, para los que su ascendencia mexicana-estadounidense le ha servido para impregnar una personalidad más realista a todos y cada uno de sus papeles.
“Digamos que me ayudó a abrirme pasos y fronteras. Yo crecí con ambas nacionalidades, con la americana y la mexicana; vengo de una familia humilde, mi papá es de rancho, trabajó por 45 años como obrero y tener esa familia, esa educación me llenó de valor. Sé muy bien quién soy, lo que quería y lo que no quería enfrentar, pero siempre con unos valores muy importantes y muy marcados”, resaltó.
Mencionó que está en busca de combatir los clichés que en diversos proyectos le asignan a la comunidad hispana: “No me gustan los estereotipos y nunca me ha gustado interpretar a alguien que esté bajo esos estereotipos, que es algo que pasa mucho en la industria mexicana. Mi mamá y yo de adolescentes limpiábamos casas los fines de semana, pero somos mucho más que eso, hay que abrir los pasos y apoyarnos entre todos nosotros para ver más producciones y más actores bien representados en la pantalla”.
Aunque ahora Angélica Celaya protagoniza la serie Mariposa de barrio transmitida de lunes a viernes por Telemundo Latam a las 16:30 horas, también ha vivido la crisis sanitaria acompañada de su familia, lo que ha valorado más que nunca.
“Ha sido un momento en donde he podido disfrutar muchísimo más de mi hijo, siempre he querido estar ahí para ayudarlo a crecer, educarlo, moldearlo. Disfruté mucho poder estar en casa con ellos (su hijo y esposo, el boxeador Luis García). Ha sido un tiempo de mucho aprendizaje, de aprender a sortear más la vida, aprender a apreciar más cada momento... lo que no tenemos que hacer es dar por hecho las cosas y valorar todo muchísimo más”, concluyó.
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