El actor César Bono recibió un homenaje en el programa Hoy este lunes por sus 50 años de carrera, pero su presencia en la emisión llamó la atención por su estado físico, ya que se presentó en silla de ruedas y con su bastón.
La productora Magda Rodríguez compartió en su cuenta de Instagram una imagen junto a Bono que se llenó de comentarios celebrando la trayectoria del actor, pero también criticando el hecho de llevarlo a una emisión ante el riesgo de contagio de COVID-19. Hubo personas que lamentaron el deterioro de su estado físico, al grado de tener que usar la silla para movilizarse.
Durante la transmisión de Hoy se realizó una charla con César Lozano, Galilea Montijo y Paul Stanley, en la cual se hizo referencia a las declaraciones que Bono ha dado acerca del sombrío pronóstico que tiene ante sus problemas de salud y lo que le queda de vida.
Galilea le pidió que no dejara de luchar por su salud, a lo que Bono respondió:
“No me canso de luchar por la salud, me canso del movimiento. Quiero ser sincero con ustedes, en la pura vestida después de bañarme me canso más que de 15 horas de trabajo forzado en Siberia”, detalló sobre sus dificultades de movimiento.
“Entonces qué decidí, moraleja, andar encuerado”, respondió a manera de broma el famoso protagonista de la obra teatral Defendiendo al cavernícola.
“Soy un hombre de la tercera edad, tirándole ya al séptimo piso”, añadió sobre su estado físico.
El Dr. Lozano destacó la actitud tan positiva con la que Bono enfrenta los estragos en su salud.
Minutos después hicieron un pequeño homenaje a Bono mostrándole testimonios de gente que ha trabajado con él, como Lupita Lara (su compañera en la serie Mi Secretaria) o Lalo España, de Vecinos.
Además se transmitió un recuento de la carrera de Bono- quien ha destacado en cine, teatro y televisión, en producciones como Hogar, dulce Hogar y Parodiando- y se le entregó un reconocimiento.
Sus problemas de salud
Bono no solo ha sufrido ocho infartos, también tiene una hernia hiatal que no desea operarse.
Debido a los infartos que sufrió su movimiento se vio afectado de manera severa. En noviembre de 2019 contó a Reforma que le colocaron una malla extensible para abrir arterias, venas y otros conductos. Y es que al tener las venas delgadas no le estaba llegando suficiente sangre al cerebro.
El tema de salud volvió a tocarlo en junio de este año. “Yo me iba a morir antes del coronavirus, pero no me morí; quedé con secuelas de movimiento, que es lo que me preocupa, pero no me duele nada ni estoy enfermo. Las secuelas son por los infartos que tuve, pero aquí sigo”, dijo a la revista Tv y Novelas.
En la misma charla dijo estar consciente de que no le quedan muchos años de vida.
“Soy un hombre optimista. Estoy bien. Luego ponen que estoy en la depresión y no, lo que pasa es que soy realista. Me dieron más de ocho infartos, entonces ¿cómo no pensar en la muerte? No es lo mismo que te digan ‘le dio un infartito’ a ‘¡le dieron ocho!’”, señaló.
“Además tengo 70 años, si no estoy consciente de que voy a vivir menos que cuando tenía 20 estaría retrasado mental. Claro que no me queda mucho tiempo de vida y claro que mi salud se vio afectada. Incluso la neuróloga que vio mis ocho infartos no sabe cómo es que estoy vivo”.
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