Gérard Depardieu lo ha vuelto a hacer. Y es que después de ser acusado de agresión sexual, de sus excesos con la comida y la bebida y de sus controvertidas opiniones políticas, por las que renunció a la nacionalidad francesa -él, todo un símbolo del país galo- convirtiéndose en ciudadano ruso, ahora protagoniza un nuevo escándalo. Y, como todo en él, de lo más sonado.
Y es que el inolvidable Obélix ha sido pillado conduciendo en estado de embriaguez. Depardieu fue detenido mientras circulaba con su motocicleta por el centro de París porque iba pisando la línea continua y se saltó varios semáforos.
Según informa el diario francés Le Point, su comportamiento extraño, que denotaba que había bebido agua con misterio, hizo que la policía le sometiese al test de alcoholemia. Al dar positivo, el intérprete admitió que había bebido, pero que sólo habían sido un par de cervezas. Posteriormente, fue trasladado a comisaría, donde le hicieron una segunda prueba, en la que dio un resutado de 0.40 mg/l de alcohol en sangre, así que lo de las dos cervezas parece que quedó descartado.
Como consecuencia, Depardieu fue multado y su moto, inmovilizada para estupor del actor, que, según afirman diversas fuentes, renegó nuevamente de su país de nacimiento.
Otra grave denuncia
A principios de agosto, la fiscalía de París pidió que se vuelva a abrir una investigación sobre las denuncias de abuso y agresión sexual contra el actor francés de 71 años, que ha negado repetidamente las acusaciones en su contra. La investigación sobre la celebridad, que protagonizó películas como “Jean de Florette”, se abandonó en 2019, ya que los investigadores no reunieron suficientes pruebas para proceder con los cargos formales.
La oficina del fiscal de París ha ordenado a un juez que investigue las acusaciones de violación y agresión sexual. La denunciante, una actriz de unos 20 años, hizo una denuncia civil para relanzar este caso.
Las denuncias de este tipo permiten abrir casi automáticamente un proceso judicial y designar a un juez instructor. Ahora el juez de instrucción tendrá que decidir si pone en marcha una investigación, lo que suele hacer en la gran mayoría de los casos.
La denunciante “quiere que la justicia y en particular las autoridades judiciales (...) puedan hacer su trabajo con serenidad y en calma”, dijo en un comunicado su abogada Élodie Tuaillon-Hibon, lamentando que la investigación preliminar terminara “inexplicablemente en sobreseimiento”.
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