El pasado miércoles Netflix anunció el estreno de Guapis (Mignonnes, título original), una película francesa, a través de su plataforma. Sin embargo, el póster y la descripción que acompañaron el anuncio causó tanta polémica, que en México el hashtag #NetflixPedofilia comenzó a rondar a través de Twitter.
Ahora la compañía se tuvo que disculpar públicamente a través de esta misma red social. Allí explicó que la estrategia de marketing que utilizaron estuvo equivocada, y no representa en realidad de lo que habla el filme.
“Lamentamos profundamente las ilustraciones inapropiadas que usamos para Mignonnes/Cuties. No estaba bien, ni era representativo de esta película francesa que ganó un premio en Sundance. Hemos actualizado las imágenes y la descripción”, se excusó la plataforma.
Muchos usuarios en la red social llamaron al sabotaje del filme, e incluso llamaron a la producción “asquerosa” y la tacharon de normalizar la pedofilia. Por otra parte, el público que ya vio el filme, invitó a los detractores a ignorar la promoción que le dio la compañía y que se enfocaran en el verdadero mensaje de la cinta.
La fotografía que mostró Netflix inicialmente, mostraba a las niñas con trajes reveladores y haciendo twerking. No obstante, contrasta en demasía con el cartel que Bac Films hizo para la promoción en su país nativo.
De acuerdo con la reseña francesa, Guapis cuenta la historia de Amy, una niña inmigrante de 11 años, originaria de Senegal y que vive con su madre Mariam en uno de los barrios más pobres de París. Pronto se comienza a fascinar con el twerking, un baile de estilo adulto que contrasta con las tradiciones de su familia.
El filme ganó el premio World Cinema Dramatic Directing en el festival de Sundance además de tener una Mención Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Aunado a esto, la crítica que tenía en Rotten Tomatoes era del 82%, en donde fue alabada por la crítica que hizo tanto a la hipersexualización de las niñas, así como a la religión.
Por su parte, la directora del filme es Maïmouna Doucouré, una mujer nacida en París y también de ascendencia senegalesa. Antes de la polémica, la mujer de 35 años dio una entrevista al sitio Cineuropa, en la que comentó acerca de la situación que viven los personajes.
“Este es un retrato intransigente de una niña de 11 años sumergida en un mundo que le impone una serie de dictados. Era muy importante no juzgar a estas chicas, pero sobre todo entenderlas, escucharlas, darles una voz, tener en cuenta la complejidad de lo que están viviendo en la sociedad y todo eso en paralelo a su infancia que siempre está ahí, su imaginario, su inocencia”, comentó la directora.
Además de basar ciertos aspectos de la experiencia de Amy desde su infancia, Doucouré se adentró en las infancias actuales, quienes están bajo el escrutinio de las redes sociales desde edades muy tempranas.
“Durante mi investigación, vi que todas estas chicas jóvenes que había conocido estaban muy expuestas en las redes sociales. Y con los nuevos códigos sociales, las formas de presentarse cambian. Vi que unas 400.000 personas seguían a unas chicas muy jóvenes en las redes sociales y traté de entender por qué. No había razones en particular, además del hecho de que habían publicado fotos sexys o al menos reveladoras: eso es lo que les había traído esta ‘fama’”, explicó.
Doucouré mencionó que este filme justamente señala esta problemática, por lo que cree que es urgente que se hable acerca de las consecuencias que esto tiene para las niñas.
“Hoy en día, cuanto más sexy y objetivada es una mujer, más valor tiene a los ojos de las redes sociales. Y cuando tienes 11 años, no comprendes realmente todos estos mecanismos, pero tiendes a imitar, a hacer lo mismo que los demás para obtener un resultado similar. Creo que es urgente que hablemos de ello, que se debata el tema”, señaló.
Después de las acusaciones de pedofilia que le llegaron, la francesa decidió cerrar su cuenta de Twitter (@My_moon_a).
MÁS SOBRE ESTE TEMA