Britney Spears, de 38 años, ha solicitado a un tribunal de California que su padre, James Spears, no vuelva a ser su único tutor legal y dicha función continúe en manos de la abogada Jodi Montgomery, que asumió el rol hace un año.
La historia entre la estrella del pop y su padre han dado mucho de qué hablar en la última década. Desde el 2008 y hasta el año pasado, Jamie Spears tomó el control total de la vida de su hija. Desde asuntos personales hasta financieros relacionados con su carrera.
Spears no quiere que su padre sea su tutor ni se involucre en sus finanzas del futuro. De acuerdo a The Blast, la artista habría presentado a través de su abogado, Samuel Ingham, unos documentos a la corte en donde pide que sea Jodi Montgomery, su actual administradora, la que se convierta en su tutora de forma permanente y se “opone firmemente” a que su padre vuelva a tomar el control de su vida.
En una serie de documentos registrados el lunes en Los Ángeles y publicados por medios de comunicación el martes, Spears expresa su “fuerte oposición” a que su padre vuelva a controlar las decisiones de su vida privada y pública, algo que ha hecho desde hace más de una década hasta que el año pasado declinó por motivos de salud.
“Britney se opone firmemente a que James regrese como el tutor de su persona. Más bien, prefiere que la señora Montgomery continúe en ese papel como lo ha hecho durante casi un año”, indican los documentos judiciales publicados por el diario Los Ángeles Times.
En la solicitud, los representantes de la cantante aseguran que la tutela de Jamie Spears está en un punto “que debe cambiar sustancialmente” para “reflejar los principales cambios en su estilo de vida y sus nuevos deseos”.
Además afirman que la petición de que la abogada Montgomery siga con su tutela, que expira el 22 de agosto, no supone que Spears renuncie “de ninguna manera a su derecho de solicitar la terminación de la misma”.
“Sin renunciar a su derecho a solicitar el fin de esta tutela en el futuro, a Britney le gustaría que el nombramiento de la Sra. Montgomery como tutora se hiciera permanente”, expuso su abogado, Samuel D. Ingham III, esta semana en una vista de presentación del caso.
En cuestiones económicas, también ha pedido que su padre se aparte y “que se designe a un fideicomisario corporativo calificado para desempeñar esta función”, probablemente un delegado bancario que gestione sus bienes.
Este miércoles habrá una audiencia virtual sobre el caso, que coincidirá con una manifestación de los admiradores de la cantante convocada en los juzgados de Los Ángeles bajo el movimiento #FreeBritney (Libertad para Britney).
Sin embargo, el abogado de la intérprete de se muestra escéptico. “Por muchas razones, he llegado a la conclusión de que cualquier esfuerzo para lograr los objetivos de mi cliente, como se indicó anteriormente, será enérgicamente impugnado por James”, decía en su comunicado.
Ese lema ha experimentado un gran impulso en las últimas semanas en redes sociales, donde miles de mensajes critican la tutela que desde hace más de una década controla las decisiones de la vida de la artista y que algunos califican de “secuestro”.
La salud mental de Britney volvía a ser tema de comentarios en abril de 2019, cuando volvió a ingresar en un centro de salud mental, según contó ella, por la angustia que le provocaron los problemas de salud de su padre. La cantante ya había vivido varios altibajos emocionales, como la del 16 de febrero de 2007, cuando ella misma se rapó la cabeza frente a las cámaras. El anuncio de un descanso de los escenarios en medio de una exitosa residencia en Las Vegas y seguido de la noticia de su recaída pararon de nuevo su carrera indefinidamente.
Todo se remonta al infame año 2007 para la cantante de “Toxic”, marcado por un comportamiento errático y problemas con las drogas, acrecentados por el acoso de paparazzis tras su divorcio del bailarín Kevin Federline, padre de sus dos hijos y quien hoy tiene la tutela de ambos. El padre de Spears tuvo un importante rol en aquellos momentos, asumiendo su tutela legal cuando en 2008 fue ingresada en un psiquiátrico y perdió la custodia de Sean y Jayden Federline.
Jamie Spears no ha dudado en pronunciarse en una entrevista para Page six sobre el movimiento #FreeBritney. “Estos teóricos de la conspiración no saben nada. El mundo no tiene ni idea”. Y afirmó que la decisión sobre la libertad de su hija “depende de la corte de California decidir qué es lo mejor para mi hija” y que “no es asunto de nadie más”.
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