Desde que se comenzó a editar, hace más de 20 años, la revista O ha llevado en su portada, siempre, a su fundadora, Oprah Winfrey. Por eso el número de septiembre de 2020, que sale a la venta en los Estados Unidos el martes 11 de agosto, es una edición histórica: la tapa despliega un retrato de Breonna Taylor, una afroamericana de 26 años, técnica de medicina de emergencia, asesinada el 13 de marzo, mientras dormía en su casa, por tres agentes del Departamento Metropolitano de Policía de Louisville (LMPD), Kentucky. Los oficiales Jonathan Mattingly, Brett Hankison y Myles Cosgrove ejecutaron una orden de allanamiento sin previo aviso —una medida que luego fue prohibida— en un domicilio que resultó ser el equivocado. Taylor recibió ocho disparos.
La portada también incluye una frase de Winfrey: “Si haces la vista gorda al racismo, te conviertes en su cómplice”. Cita las fechas de nacimiento y muerte de Taylor y señala: “Su vida importa”, en alusión al movimiento Black Lives Matter.
Para sumar valor histórico a la edición, será una de las últimas que saldrá en papel: la estrella de televisión anunció que su revista será exclusivamente digital desde enero de 2021. La salida del número se promociona con 26 grandes carteleras en la vía pública, una por cada año de la vida de Taylor, en Louisville. Los afiches dicen: “Exige que los policías involucrados en el asesinato de Breonna Taylor sean arrestados y acusados”.
Los tres agentes fueron reasignados a otras tareas mientras se completa una investigación; a finales de junio, Hankinson fue despedido. Pero ninguno ha sido acusado de homicidio, lo cual causó numerosas manifestaciones asociadas al asesinato de George Floyd, mientras lo arrestaba la policía de Minneapolis, el 25 de mayo. También la Agencia Federal de investigaciones (FBI) abrió una pesquisa sobre lo que sucedió en el caso de Taylor.
“Ella era igual que yo. Ella era igual tú. Y como cualquiera que muere de manera inesperada, tenía planes. Planes para un futuro lleno de responsabilidad y trabajo y amigos y risa”, escribió Oprah en el editorial del número que lleva un retrato de la artista Alexis Franklin basado en una selfie de la joven asesinada.
“No hace mucho que hablé con la madre de Breonna, Tamika Palmer. Estaba teniendo un día particularmente malo en cuanto a sobrellevar la pérdida y el duelo, saber que su hija ya no volverá. Aquellos de ustedes que hayan perdido a un ser querido saben que el dolor viene en olas y que cualquier cosita puede despertarlo: una canción, un aroma, una palabra, una idea. El día que la llamé, la señora Palmer luchaba con todas las emociones. Me dijo: ‘No puedo dejar de ver su cara. Su sonrisa. Es lo que más extraño de ella. Todavía no puedo comprender el concepto de su ausencia. Es algo surrealista. Todavía espero que abra la puerta'”.
La noche de los hechos los policías forzaron la puerta del apartamento, pues la orden que tenían no los obligaba a golpear e identificarse, de Breonna Taylor, que dormía con su novio, Kenneth Walker. Buscaban, en realidad, a un ex novio de Breonna, que no solo no tenía nada que ver con ella sino que ya había sido arrestado y esperaba los procedimientos habituales en una dependencia policial a unos a 15 kilómetros de la casa de Taylor.
Al escuchar que alguien irrumpía en la casa, Walker buscó un arma para defenderse; comenzó entonces el tiroteo en el que la policía disparó más de 20 balas. Minutos más tarde, cuando Walker llamó a su suegra, le dijo que “unos hombres” habían disparado contra Breanna; todavía no sabía que eran agentes de LMPD.
La madre no se enteraría de eso “hasta horas más tarde, cuando lo anunciaron en las noticias”, escribió Winfrey. En el momento, Palmer salió corriendo hacia la casa de su hija, que quedaba a menos de 10 minutos de la suya. “No le permitieron entrar”, siguió Oprah. “Le dijeron que fuera al hospital. El hospital no había recibido a nadie con el nombre [de Breonna]. Regresó a la casa y esperó afuera. Pasaron horas antes de que un oficial de la policía le informase que la víctima de disparos estaba todavía en el interior. Así se enteró de que su hija estaba muerta”.
Como el arresto del ex novio de Breanna, Jamarcus Glover, era por drogas, la casa de la víctima fue requisada: no se encontraron sustancias ilegales.
El novio, que hirió al inspector Mattingly, porque creía que era un intruso, fue detenido por intento de homicidio contra un agente policial. Los registros de su llamada al 911 corroboraron que esa fue su presunción: “Alguien nos pateó la puerta y le disparó a mi novia”, se lo escuchó en la grabación.
Walker estuvo detenido pero pronto, debido los contagios de coronavirus en las cárceles, pasó de la prisión al arresto domiciliario. A finales de mayo el juez desestimó los cargos en su contra.
Del mismo modo que Oprah, otras celebridades han llamado a que se haga justicia en el caso de Taylor, entre ellas Beyoncé, Solange, Gabrielle Union, Lena Waithe y Kerry Washington. Sintetizó el editorial de O: “Lo que la señora Palmer no puede entender es esto: ‘El hecho de que nadie haya sido acusado. Fue tan irresponsable. Hicieron todo esto por nada, y ella perdió su vida’”.
Winfrey recordó que pasaron dos meses y medio sin que el caso de Taylor fuera conocido: “Sólo a consecuencia de la ejecución filmada de George Floyd se consiguió que el país prestara atención a la muerte a tiros de Breonna Taylor”. Y aun tras conseguirla, “los pedidos de justicia han caído en oídos sordos: mientras escribo esto, a comienzos de julio, sólo uno de los tres oficiales involucrados ha sido despedido de la fuerza policial. Este oficial disparó su arma ciegamente 10 veces, y algunas de las balas llegaron al apartamento vecino”. Los otros dos oficiales, agregó, conservan sus empleos.
“Algo tengo por cierto: no podemos quedarnos callados. Debemos emplear cualquier micrófono que tengamos para clamar por justicia. Y por eso Breonna Taylor ocupa la tapa de la revista O. Yo clamo por justicia en su nombre”, cerró la estrella su texto.
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