Una de las creadoras de la popular saga de ciencia ficción que vio su origen a finales de la década de los 90, The Matrix, ha hecho público que la intención de la cinta fue mostrar una odisea relacionada con la transexualidad, tema que, a su parecer, en su momento aún no estaba del todo asimilado por el gran público.
Lilly Wachowsky explicó en entrevista para Netflix que la película que dirigió junto a su hermana Lana hace más de 20 años es en realidad una alegoría a la identidad transgénero.
A más de dos décadas de haber estrenado la primera entrega de la trilogía, la creadora finalmente ha confirmado cuál es el motivo detrás del argumento que cuenta la historia de un mundo alternativo dominado por máquinas cibernéticas.
Las especulaciones en torno al simbolismo de la saga han rodeado durante años los foros de discusión en internet, donde los seguidores expresan múltiples hipótesis que hoy han quedado al descubierto. Al respecto de su sentido trans, las suspicacias comenzaron cuando las hermanas se asumieron públicamente como transexuales en 2012 y 2016.
“Esa era la intención original, pero el mundo no estaba del todo listo en ese momento. El mundo empresarial no estaba preparado para eso”, explicó Lilly quien se mostró como transexual después del estreno de sus famosas películas.
“Me alegro de que se haya conocido la intención original”, aseguró en un reportaje publicado en el canal de YouTube de Netflix Film Club.
Lilly dijo que ella y su hermana recurrieron a expresar el tema a través de una alegoría sin ser directamente referencial porque la sociedad aún no estaba preparada para asimilarlo.
“Durante años, los fanáticos de The Matrix han discutido la película a través de una óptica trans. Si ha escuchado la teoría antes o simplemente la aprendió, aquí hay un hilo que desglosa la alegoría trans de la película, de escritores y críticos trans. Bienvenidos al desierto de lo real”, expresa el texto que acompaña la promoción del reportaje en Twitter.
De igual manera, la cineasta estadounidense se refirió al personaje de Switch, interpretado por la actriz Belinda McClory, como un ejemplo de su tesis para catalogar el universo Matrix como referencia transexual.
“Matrix tenía que ver con el deseo de transformación, pero todo provenía de un punto de vista encapsulado. Teníamos al personaje de Switch, que sería un hombre en el mundo real, y luego una mujer en Matrix, y ahí es donde estaban nuestros espacios mentales”, aseguró.
La directora del filme estrenado en 1999 aseguró que sus cintas siempre fueron significativas para las personas trans: “Se me acercan y me dicen; ‘Estas películas me salvaron la vida. Estoy agradecida de poder echarles una soga para ayudarlos en su proceso”.
“Existíamos en un espacio donde las palabras no existían, por lo que siempre vivíamos en un mundo de imaginación”, expresó Lilly para definir la afición que compartía con su hermana por la ciencia ficción desde muy jóvenes.
Además, la creadora aseguró que la emblemática píldora roja de la película sería una referencia al tratamiento al que se someten las personas transexuales para desarrollar cambios corporales acordes a su identidad de género.
“La píldora roja no sólo es literalmente la puerta de entrada de Neo para ver el mundo tal como es y los sistemas construidos para definir y controlar su identidad, sino que también es una metáfora adecuada para la terapia hormonal”, expresó.
En aquella primera entrega de la trilogía, poder elegir la pastilla roja por sobre una azul, significó el despertar de la conciencia del protagonista, quien ante su elección renunciaría a una vida “normal” e ilusoria, desarrollada por la Matrix, dando paso a una frase referenciada de uso coloquial en la cultura popular.
La expresión “tomar la píldora roja” se ha arraigado entre el público y simboliza el hecho de abandonar la ignorancia para adentrarse a la realidad, sin importar lo cruda y oscura que ésta pueda ser.
Ya el año pasado, la escritora Andrea Long Chu habló sobre la alegoría de la cinta, asegurando que el “simbolismo es fácil de encontrar”, y señaló la doble vida de Thomas Anderson, su nombre elegido “Neo”, y la sensación de que algo andaba mal en el mundo.
“Neo tiene disforia. Matrix es el sistema binario del género. Los agentes son la transfobia”, teorizó la escritora estadounidense.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: