El destino de Pablo Lyle aún permanece incierto y tal parece que su panorama no es muy alentador. El actor deberá permanecer en arresto domiciliario hasta que en marzo del 2021 se lleve a cabo su juicio por presunto homicidio y su equipo legal encuentre la manera de librarlo de la demanda criminal, la cual podría llevarlo definitivamente a la cárcel en Estados Unidos.
El actor de 33 años, cuyos créditos incluyen la telenovela mexicana Mi adorable maldición y la serie de Netflix, Yankee, está acusado de homicidio por haber golpeado fatalmente a un hombre mayor tras una discusión vehicular.
Cumple arresto domiciliario en Miami y lleva en su tobillo un monitor GPS que le permite a las autoridades conocer sus movimientos las 24 horas del día.
Aunque la agresión ocurrió el 31 de marzo del 2019, fue hasta esta semana cuando la jueza del onceavo circuito del estado de Florida, Marlene Fernández-Karavetsos, dijo que el juicio con jurado comenzará el 15 de marzo.
Durante la audiencia virtual, Philip Reizenstein, abogado de Lyle, intentó persuadir a las autoridades para adelantar el proceso haciendo evidente la difícil situación que vive el actor recluido y alejado de su familia, pero esta estrategia no funcionó.
“Enfrenta una situación económica y familiar difícil, en medio de su arraigo domiciliario en Miami”, dijeron a distancia.
La jueza fue firme al asegurar que la situación mundial no permite la realización de un juicio tan mediático este año, así que a la defensa no le quedó más que aceptar las condiciones establecidas.
“Es complicado pero nuestro punto es que él no está trabajando, él está lejos de casa especialmente en estos días, pero entendemos las razones y las tomamos en cuenta”, añadió el defensor.
Ante el panorama tan adverso, la abogada de lo familiar en Estados Unidos, Sandra Hoyos, consultada por Ventaneando, explicó que los abogados de Pablo Lyle aún tienen una esperanza de recuperar la libertar de su cliente, a pesar de que la demanda criminal en su contra busca llevarlo a la cárcel.
“No queda más que enfrentar a un jurado y convencerlo de que en ese momento Pablo Lyle sintió que sería agredido y en defensa de su familia, desafortunadamente, tuvo que tomar las precauciones que tomó”, declaró la defensora experta.
“Los abogados se van a dedicar a buscar todos los pormenores que puedan aminorar la sentencia de Pablo, poniendo un poco más de peso y culpabilidad en la víctima y no en el agresor... se van a enfocar en el carácter de la víctima, la persona venía con un problema desde esa mañana y se ha estado escuchando que sí tenía un carácter difícil”, añadió.
Sandra Hoyos resaltó que no existe posibilidad de que Pablo Lyle y la familia del agredido consigan un acuerdo que dé libertad absoluta al actor.
“La Fiscalía del Condado de Miami Beach es quien está siguiendo el caso; la familia de Juan Ricardo Hernández no está siguiendo el caso como el peticionario, aunque aparte de eso puede existir una demanda civil en el que la familia busca daños y prejuicios monetarios, pero eso no ha sucedido. No existe ningún tipo de demanda civil, así que nos quedaríamos con la demanda criminal que lo que pide es penalidad en términos de cárcel”, sentenció la defensora especializada en casos de familia.
Con información de AP
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