Este miércoles causó furor en las redes sociales el hecho de que el presidente Andrés Manuel López Obrador accedió a tomarse una serie de fotografías con Alfredo Ríos, conocido como El Komander, un controvertido cantautor famoso especialmente en el noreste del país.
Fue al terminar la supervisión del revestimiento del dren Bacurimpi, una obra federal en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, que el político se retrató con el artista y sus hijos .
“Vente, vente, pero con sana distancia”, le dijo el mandatario al exponente de música regional mexicana, según se aprecia en un clip que circula en las redes sociales donde la gente le grita “te queremos” al mandatario originario de Macuspana, Tabasco.
Aunque el cantante no ha escrito nada al respecto de este encuentro en sus redes sociales, sí retuitieó mensajes que lo identifican como AMLOVER, una forma de llamar a los simpatizantes del político.
“Solamente voy llegando yo y me tocó verlo, pude acercarme y estoy contento de saludarlo”, expresó Alfredo Ríos en el lugar a los medios de comunicación. Dicha selfie causó conmoción, pues el músico es una figura controvertida vinculada con el mundo del narcotráfico por la temática de su propuesta musical.
Nacido en abril de 1983 en la ciudad de Culiacán, El Komander se ha ganado un lugar en la historia de los corridos en México desde su lanzamiento al mundo de la fama, en 2009.
Antes de incursionar en los escenarios, y gracias a sus estudios de composición, canto y guitarra, Alfredo dedicó varios años a trabajar como compositor para otras figuras que ya contaban con una carrera en la música, como Chuy Lizárraga.
Ya con fama ganada como autor, formó parte de un grupo llamado Komando norteño, con el que se dio a conocer en los bailes y tocadas en las ciudades del norte del país. Posteriormente, obtuvo su reconocimiento como solista al cantar narcocorridos en donde retrata la vida e historia de los capos del crimen organizado más conocidos en la historia de México.
Pese a que la temática de sus canciones también incluye tópicos como el amor, las borracheras, las traiciones y la amistad, lo que lo ha mantenido en el gusto de su público son los temas que muchos han señalado por exaltar el estilo de vida ostentoso y violento vinculado al narcotráfico.
Dado que su logotipo artístico muestra un rifle conocido como “cuerno de chivo” apuntando al aire y formando la letra K, su imagen se vincula directamente a la narcocultura y desde su lanzamiento con el álbum titulado El Katch, ha sido identificado como uno de los máximos exponentes del estilo musical denominado como Movimiento alterado, el cual surgió en su estado natal y se caracteriza porque a ritmo de banda y corridos, de alguna forma enaltece y rinde tributo a los líderes criminales y sus organizaciones.
En 2014, Alfredo y otros músicos representantes de este movimiento se enfrentaron a una prohibición de realizar sus conciertos y presentaciones en los municipios de algunos estados, esto debido a que algunas autoridades consideraron que sus canciones hacían apología a un estilo de vida violento y ligado a la narcocultura.
Fue así como sus presentaciones en Querétaro, Puebla, Tamaulipas, Aguscalientes, Estado de México, Ciudad Juárez y Morelos, entre otras entidades, quedaron canceladas.
El músico de personalidad extrovertida habla en algunas de sus canciones acerca de inhalar cocaína, tal es el caso de El taquicardio; mientras que en otros temas hace referencia al uso de armas de uso exclusivo del Ejército, como en Cuernito Armani, una práctica extendida entre los capos de la droga.
En 2014, un suceso conmocionó a la sociedad, pues en el estacionamiento de la Arena Monterrey, donde El Komander se presentó en concierto, aparecieron dos cadáveres, uno de ellos decapitado. Tras su actuación, el cantautor fue trasladado al aeropuerto entre fuertes medidas de seguridad.
Éste hecho se sumó a los actos violentos que se han suscitato antes, durante y al término de sus conciertos. El alto contenido de armas, drogas y mujeres en sus videos y canciones, lo han señalado como promotor de la cultura del narcocorrido, un estilo de vida que abona a criminalizar a México.
Ya en diciembre de 2018, El Komander y Andrés Manuel López Obrador coincidieron en un aeropuerto y el músico fue quien dio a conocer la foto escribiendo: “Volando con AMLO”; en aquella ocasión sus seguidores le pidieron que le escribiera un corrido al presidente mexicano.
AMLO y sus encuentros en Sinaloa
Ésta no ha sido la única ocasión en que el mandatario mexicano es relacionado con personajes controvertidos del que ha sido llamado el estado agrícola más importante de la Federación.
En octubre de 2019, fuerzas federales rodearon y capturaron a Ovidio Guzmán, uno de los hijos del Chapo que, junto a su hermano Iván Archivaldo, habían asumido una parte del liderazgo del entonces debilitado cártel del Pacífico.
Sin embargo, en Culiacán la organización criminal sitió la ciudad ante la información de que Ovidio sería extraditado inmediatamente a Estados Unidos, como su padre.
El gabinete de seguridad tomó la polémica decisión de liberar al hijo de Guzmán a cambio de que los integrantes del cártel liberaran la ciudad y a su vez evitar la muerte de civiles inocentes.
En marzo de este año se desató un revuelo entre algunos sectores de la opinión pública por vérsele al político tabasqueño saludando en Badiraguato a Consuelo Loera, la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En aquella ocasión AMLO le hizo saber a la mujer que había recibido su carta en la que ella solicita su apoyo para obtener una visa humanitaria que le permita visitar a su hijo, quien se encuentra preso en Estados Unidos.
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