Blake Lively y Ryan Reynolds están a punto de festejar su octavo aniversario de bodas. A pesar de que el matrimonio ha marchado bien, la pareja tiene un arrepentimiento muy claro: el lugar en donde eligieron unirse.
En una entrevista con la revista de negocios Fast Company, el actor de 43 años recordó ese 9 de septiembre de 2012 y habló sobre sus arrepentimientos por haber celebrado su boda en Boone Hall, un antiguo plantío de esclavos en Carolina del Sur.
A pesar de que la mayoría de los medios se enfocaron en el evento, algunos apuntaron a la insensibilidad de hacer una fiesta en donde tantos esclavos sufrieron y murieron. Conforme los años pasaron, la historia se quedó en el pasado, pero en 2018, esta renació y con más fuerza que antes.
En febrero de ese año Reynolds celebró a través de un tuit el estreno de “Black Panther”, un superhéroe africano y con un elenco en su mayoría afroamericano. Sin embargo, muchos sacaron a relucir la hipocresía del actor.
Aunque hace dos años no habló al respecto, durante la entrevista tocó este tema, ya que después de ver el asesinato de George Floyd, Reynolds se vio forzado a ver cara a cara su falta de tacto.
“Es algo que siempre lamentaremos profundamente y sin reservas, es imposible conciliar. Lo que vimos en ese momento fue un lugar de bodas sacado de Pinterest. Lo que vimos después fue un lugar construido sobre una tragedia devastadora”, compartió Reynolds.
El canadiense recalcó que se volvieron a casar dentro de su hogar, pero explicó que la “vergüenza funciona de manera extraña”.
“Un jodido error gigante como ese puede hacer que te cierres o puede replantear las cosas y llevarte a la acción. No significa que no volverás a equivocarte. Pero reorganizar y desafiar el condicionamiento social que has tenido toda la vida, es un trabajo que no termina”, explicó.
Para los padres de tres, este error los llevó a la acción, ya que la pareja se comenzó a concentrar en filantropía y justicia social. El año pasado donaron USD 1 millón al Fondo de Defensa Legal de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP), y la misma cantidad al Centro Joven para Derechos de los niños inmigrantes.
En mayo la pareja volvió a donar USD 200.000 a la NAACP y esta vez publicaron un mensaje en el que aseguraron a sus seguidores, que no solamente apoyarían el movimiento de manera económica, sino que se educarán acerca del racismo sistémico y harán que sus hijos también lo hagan.
“Queremos educarnos sobre las experiencias de otras personas y hablar con nuestros hijos sobre todo... especialmente nuestra propia complicidad. Hablamos de nuestros prejuicios, ceguera y nuestros propios errores. Miramos hacia atrás y vemos tantos errores que nos han llevado a examinar profundamente quiénes somos y en quién queremos convertirnos. Nos han llevado a grandes vías de educación. Estamos comprometidos a educar a nuestros hijos para que nunca crezcan alimentándose de este patrón de locura y así harán todo lo posible para nunca infligir dolor a otro ser consciente o inconscientemente”, aseguró en una publicación el canadiense.
Aunado a este esfuerzo, Reynolds lanzó The Group Effort Initiative, una plataforma basada en Nueva York para crear un ambiente de diversidad e inclusión en la industria fílmica.
A través de este programa tendrá entre 10 y 20 aprendices de gente de color que forman parte de comunidades marginadas y excluidas.
“A estos nuevos reclutas se les pagará de mi salario y pasarán sus días aprendiendo de los profesionales y obteniendo experiencia de la vida real que luego pueden compartir en otros trabajos y, con suerte, una carrera en la industria del cine”, escribió el actor en la página web.
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