Para Eiza González, el camino hacia la Meca del cine no ha sido fácil. Tras llegar a Hollywood, la petición de pruebas de ADN en algunos castings, perder trabajos por su ascendencia latina, y el escarnio público la llevaron a sufrir una crisis de identidad, que la empujó a asistir a terapia. A pesar de los obstáculos, junto a ella, siempre como una roca y sujetando su mano hacia el éxito, estuvo su madre, Glenda Reyna, uno de sus mayores pilares.
Tal y como ambas demuestran en redes sociales, el vínculo que tienen siempre ha sido muy especial. Continuamente la ex modelo y empresaria apoya los proyectos en los que participa su hija, comparte información de los estrenos, y sube a su cuenta de Instagram imágenes de las alfombras rojas que pisa Eiza, demostrando que es, y siempre será, su fan más incondicional. Además, a menudo acompaña las publicaciones con emotivos textos en los que enfatiza lo orgullosa que está de la joven actriz.
Esta semana, sin embargo, Glenda Reyna dejó de lado la faceta laboral de su hija, y compartió en su red social una fotografía inédita que recuperó del baúl de los recuerdos. En ella, aparece una pequeña Eiza González jugando con un par de zapatos de tacón de su madre. Una estampa que despertó la nostalgia de la empresaria.
“Apenas te ponías en pie y dabas tus primeros pasos, la moda ya estaba integrada en tu vida mi princesdoll @eizagonzalez. Mis zapatos te volvían loca desde siempre”, se lee en el texto junto al pie de fotos.
El calzado de tacón no era el único accesorio que le apasionaba a la protagonista de Fast & Furious cuando era pequeña. Y pronto demostró un interés muy particular en la moda. Por su trabajo como modelo, y después como directora de una agencia, Glenda Reyna estaba inmersa en los bastidores de las pasarelas, las nuevas colecciones, y el universo de las tendencias, y su hija siempre la acompañaba, absorbiendo conocimientos y construyendo un estilo que hoy demuestra en cada evento.
“Recuerdo pasar los fines de semana con alegría y llena de revistas internacionales, informándome de moda por mi trabajo, y tú me acompañabas siempre ojeando las revistas conmigo. Preguntabas todo de formas, líneas, colores y tendencias desde tu inocente edad. De la moda todo te atraía, y me percataba de tu selecto gusto. Me llamaba la atención que tu tendencia era siempre muy clara; siempre con mucha clase. Ponías atención en el cabello, la fotografía, elegías sabiamente a tu corta edad las mejores revistas que ver”, escribió la empresaria.
“Pasamos muchas horas juntas mirando moda, viendo videos (en ese tiempo) de todos los desfiles de cada temporada. Horas interminables que para mí eran parte de mi trabajo diario y nunca imaginé que se impregnaría tanta información por siempre en tu piel [...] Recuerdo con mucho amor esos momentos vividos juntas. Gracias, gracias, gracias por esos momentos. Nunca los olvidaré. PD: yo te veo hermosa siempre hasta en pijamas y greñuda. ¿Será amor de madre?”, finalizó.
Las dulces palabras de Glenda Reyna llegan días después de que la protagonista de Bloodshot compartiera una adorable carta que escribió cuando era pequeña. En ella prometía que cuando se hiciera mayor, y se cumplieran sus sueños, le compraría una casa a su madre.
“Yo, Eiza González Reyna, prometo terminar la escuela y por supuesto hacer una carrera, y tomarlo muy en serio y de ninguna manera dejar mi carrera. Lo juro. PD: lo primero que compraré cuando sea cantante va a ser la casa de mi mamá donde quiera”, se lee en el documento, escrito el 23 de diciembre del año 2000, cuando tenía 10 años.
Según contó la actriz mexicana, la promesa a su “dulce y amada madre” ya se hizo realidad. Y después de un arduo camino, muchos de sus sueños se cumplieron, y ya ha compartido set de rodaje con Vin Diesel o Milly Bobby Brown.
“Sigue soñando en grande, establece tus objetivos, ve por ellos y sé amable en el camino”, concluyó.
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