“Keeping Up With The Kardashians” ha lidiado con temas serios como la adicción de Scott Disick y su subsecuente rehabilitación, la transición de Caitlyn Jenner o el robo en París de Kim Kardashian. Sin embargo, esta vez Kim no quiere que el episodio de bipolaridad por el que está pasando su esposo, Kanye West, quede documentado.
De acuerdo con lo que una fuente le reveló al portal de entretenimiento de TMZ, tan pronto Kanye comenzó a hacer publicaciones sin sentido, la Kardashian de 39 años decidió que esta historia no sería transmitida para su popular programa.
Según la fuente, Kardashian se toma muy en serio la salud mental de su esposo, y no quiere que esta “sea explotada para agregar al drama de la serie o para aumentar ratings”. La fundadora de KKW Beauty ordenó que ninguno de los hijos de la pareja (North, Saint, Chicago y Psalm) fueran filmados, pues quiere evitar que vean algo así con el pasar del tiempo.
El portal también reportó que recientemente el equipo de producción comenzó a retomar las grabaciones de la serie después de una larga pausa debido al coronavirus. Por el momento la filmación continúa con ella y otros miembros de la familia frente a las cámaras, simplemente están siguiendo otras historias.
Sin embargo, esta no es la primera vez que por un tema tan serio el show ha dejado de filmar. Un claro ejemplo fue cuando Lamar Odom, ex esposo de Khloe Kardashian, sufrió una sobredosis y Khloe se mantuvo a su lado.
Durante el episodio del 31 de enero de 2016 una explicación apareció en las pantallas de los televidentes en ese entonces.
“El 13 de octubre de 2015, Lamar Odom fue hospitalizado después de ser encontrado inconsciente en Las Vegas. Khloe, Kim y Kris volaron inmediatamente para estar con él mientras lo colocaban en soporte vital. Por amor y respeto por Lamar y la familia, la filmación de ‘KUWTK’ se detuvo por un breve período. Después de 7 días, Lamar fue trasladada en avión a Los Ángeles para continuar el tratamiento”, informó el mensaje.
Kanye West ha despotricado en contra de las Kardashian
El rapero Kanye West protagonizó el pasado domingo su primer acto de campaña tras anunciar su candidatura a la Presidencia de EEUU. West se presentó en Carolina del Sur vestido con un chaleco antibalas con la palabra “seguridad” escrita delante, aquí el rapero dio un discurso inconexo ante cientos de personas, que estaban obligadas a llevar mascarilla para protegerse de posibles contagios por COVID-19.
Preguntado desde la audiencia sobre el aborto, West se puso a llorar al recordar cómo su padre quiso interrumpir el embarazo de su madre y que él pensó en hacer lo mismo cuando su esposa, quedó embarazada. “Casi maté a mi hija”, dijo.
West también provocó controversia al afirmar que la célebre abolicionista afroamericana Harriet Tubman, que en el siglo XIX participó en una red clandestina para sacar del sur de EEUU a decenas de negros, “en realidad nunca liberó a los esclavos”.
Un día después, el productor de 43 años tuiteó numerosas declaraciones en las que acusó a Kardashian y a su suegra, Kris Jenner de supremacía blanca, entre otras cosas.
“Kriss (Jenner, su suegra) y Kim emitieron un comunicado sin mi aprobación... eso no es lo que una esposa debería hacer. La supremacía blanca”, publicó en su cuenta.
También dijo que había intentado separarse de la empresaria cuando en noviembre de 2018 su mujer se encontró con el rapero Meek Mill en un hotel de Los Ángeles.
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