Hay pocas ocasiones en las que una serie puede ser popular y a la vez ser relevante en una investigación. Sin embargo, “Misterios sin resolver”, show de Netflix, podría jactarse de haber ayudado a descifrar un caso que había sido abandonado por más de 15 años.
Sin embargo, el pasado martes el cuerpo de Alonzo Brooks, protagonista del cuarto episodio del show, fue exhumado por el FBI como parte de “una investigación en curso”, de acuerdo con lo que la vocera Bridet Patton le dijo a CNN; sin embargo se negó a dar más detalles.
El productor del show de la plataforma de streaming, Terry Dunn Meurer, reveló a la revista Variety que de los seis episodios, la historia de Brooks fue la que más e-mails, información y pistas reunió desde el 1 de julio.
“Nos dijeron que, cuando estábamos produciendo el episodio hace más de un año, el FBI comenzó a poner más atención [al caso] nuevamente y lo volvió a abrir”, dijo Meurer a la publicación.
De acuerdo con el portal de CNN, el mes pasado las autoridades tomaron un paso más para tratar de resolver la indagación, pues ofrecieron una una recompensa de USD 100,000 para cualquier participante con información. Tanto Meurer, como la familia y amigos de Brooks, esperan que esto atraiga a las personas a presentar más pistas.
Además uno de los enigmas que más ha molestado a los investigadores es saber cuánto tiempo quedó el cuerpo de Brooks en el arroyo.
“Acabamos de recibir una pista de una entomóloga [persona que estudia los insectos y artrópodos]. Ella le puso atención a las fotos de la ropa de Alonzo y en donde vio la presencia de gusanos. Ella dijo que estos a menudo pueden contar una historia de cuánto tiempo estuvo expuesto el cuerpo”, explicó Meurer.
En el episodio “Sin vuelta a casa”, el caso de Brooks tomó el escenario. En 2004 Brooks asistió a una fiesta en una granja en las afueras de La Cygne, Kansas. De acuerdo con el FBI, fue uno de los tres hombres negros entre aproximadamente 100 invitados.
Los informes describieron que Brooks no pudo encontrar a alguien que lo llevara o acercara a su casa; cuando no regresó al día siguiente, sus familiares se comunicaron con la policía local.
Nadie de los presentes en la fiesta ofreció información sobre el caso de Brooks. Un mes después, viendo la poca respuesta de las autoridades, los conocidos del joven de apenas 23 años organizaron una búsqueda y lograron encontrar su cuerpo en la cima de una pila de ramas en un arroyo cercano.
Después de que se llevó a cabo una autopsia, esta no pudo determinar la causa de la muerte del joven. Muchas personas, incluida su madre, María Ramírez, creen que fue víctima de un crimen de odio racista ya que desde el principio de la investigación hubo rumores de un asesinato.
“Soy mexicana y su padre es negro. Así que es mixto. No solo apuntaron a una raza, o mataron a una raza. Mataron a dos. Fue atacado por el color de su piel”, compartió Ramírez a “Dateline” de la NBC.
Las investigaciones también apuntan a que este pudo haber sido el caso, ya que diversas versiones culminan en un punto: algunos hombres caucásicos no querían al joven afroamericano.
“Algunos dijeron que Brooks pudo haber coqueteado con una chica, algunos dijeron que los hombres blancos borrachos querían pelear contra un hombre afroamericano, y algunos dijeron que los blancos racistas simplemente se molestaron por la presencia de Brooks”, informó el FBI.
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