Katy Perry llamó la atención de sus seguidores a pocas semanas de dar a luz a su primera hija, pues llevó puesto en una de sus salidas en esta cuarentena un huipil bordado por manos mexicanas de San Juan Colorado, en Oaxaca. Se trata de una prenda holgada en color azul, con un corte suelto como los que la compositora se acostumbró a llevar durante su periodo de gestación. En una visita casual al supermercado, la novia de Orlando Bloom se dejó ver en su última etapa de embarazo.
Aunque muchos de sus seguidores aztecas alabaron el hecho de que la estrella californiana luciera el trabajo artesanal de personas mexicanas, muchos otros también criticaron el hecho, pues el diseño en cuestión es comercializado por la firma Pippa Holt, propiedad de una diseñadora australiana radicada en Irlanda. La modista lanzó en 2016 una línea de ropa colaborativa en conjunto con artesanos textiles del sur de México y su firma comercializa indumentaria a través de distintas plataformas de moda como Modaoperandi y Netaporter.
Las prendas de la australiana son elaboradas por personas pertenecientes a comunidades indígenas de Oaxaca y son presentadas en la colección como ‘kaftans’. La artesana Felipa Hernández y su familia fueron el punto de contacto entre la tradicional técnica de bordado con la modista. De acuerdo a la página oficial de Pippa Holt, cada prenda es un diseño único, por lo que su precio se encarece al no tratarse de productos de producción masiva.
“Ayudamos a crear unos hermosos diseños con textiles ancestrales siempre con un respeto y trato justo para las personas creadoras originales de estos elementos quienes se han beneficiado con nuestra ayuda. Operamos desde una posición de profundo respeto por la cultura mexicana. Somos apreciadores culturales, no apropiadores. Nosotros no dictamos; co-creamos”, se lee en la página que también presenta testimonios de costureras mexicanas que agradecen a la diseñadora su participación en el proyecto.
En sitios como Fartech, los precios de estas prendas oscilan entre los 8,000 y los 30,500 pesos mexicanos, siendo que el modelo que lleva puesto la intérprete de I Kissed a Girl and I Like It cuesta 16,702 pesos mexicanos. En la página de la diseñadora no se menciona qué porcentaje de las ganancias reciben los artesanos detrás de la confección de las emblemáticas prendas de origen e inspiración oaxaqueños.
No obstante, múltiples usuarios de las redes sociales criticaron el hecho de comercializar a niveles de alta moda este tipo de prendas tradicionales, y pusieron en duda que las comunidades indígenas reciban un pago justo por la elaboración de las prendas.
“Ahora, el caso del Huipil que Katy Perry es que aunque la diseñadora reconoce que trabaja con artesanas oaxaqueñas no sabemos si realmente se les pague lo justo, porque el precio de la prenda se triplica”, escribió un usuario en la cuenta de la marca.
“Pippa Holt Kaftans ayuda a apoyar a la comunidad que trabaja con los telares, localizados en Oaxaca. El negocio valora la preservación y el crecimiento del comercio artesanal de Oaxaca, y cree que llevar este trabajo a los minoristas de lujo de alta gama del mundo, ayuda a crear un lugar para el producto artesanal en el mercado global de lujo. Los vestidos tradicionales mexicanos son un arte y una tradición que la firma retoma para trabajar con los artesanos, mientras ofrece una propuesta única”, continúa el texto publicado en la página de la diseñadora australiana que comercializa los huipiles elaborados con hilos de algodón que se recogen de las montañas del pueblo en el que los artesanos de San Juan Colorado crecen.
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