Kanye West no quiso admitir la derrota y dio a conocer que la campaña para ser presidente de los Estados Unidos sigue para él. El rapero reafirmó que quiere ir por la vía independiente para su candidatura, con una visión política muy similar a la derecha estadounidense que apoya al actual presidente (y amigo de West) Donald Trump. En entre los objetivos en común está construir el muro para evitar el paso de migrantes en la frontera con México.
Y es que, a pesar de no pertenecer a ninguno de los partidos hegemónicos de la democracia estadounidense, el rapero concluyó que su propia campaña era necesaria pues el actual presidente no satisface todos sus puntos de vista. Fue por ello que, antes de comenzar su campaña política, West pidió apoyo con algunos de los empresarios más importantes de su país, como Elon Musk, el afamado dueño de Tesla.
El rapero dio un despiste cuando miembros de su equipo afirmaron que la campaña se cancelaría debido a los malos resultados que le pronosticaban algunas casas consultoras. Según estos reportes, Kanye no podría llegar a más del 2% de votos en toda la elección.
Pero si hay algo que da fuerza a la campaña de West es que él también parece obsesionado con construir el muro fronterizo en los límites del país en México. Kanye dio muestras de ello en uno de los conciertos en la zona más poblada de migrantes dentro de los Estados Unidos: El estado de California.
En ese entonces era el año 2016, se encontraban en plena campaña presidencial tanto Donald Trump como Hillary Clinton, y California era uno de los baluartes de los demócratas debido a su política a favor de las ciudades santuario para migrantes y de ahí podría salir mucho apoyo para Clinton. Incluso a pesar de que las políticas de la ex primera dama eran vistas como las más conservadoras dentro de su mismo partido.
Era uno de los conciertos de la gira “Saint Pablo Tour”. Era en la ciudad de San José. Kanye ya había interpretado algunos éxitos en el escenario cuando se le ocurrió hablar de las elecciones y de las figuras de los políticos para la presidencia. Fue ahí cuando exclamó:
Odio el hecho de que porque soy una celebridad, todo el mundo me dijera que no expresara que me encantaron los debates (...) Su manejo (de Trump) fue absolutamente genial, ya que funcionó
Inmediatamente, la atmósfera musical se paralizó, la audiencia sintió que su guarida musical se vio intoxicada por la polítiquería. El público recobró la fuerza y comenzaron abucheos, otros fueron aplausos para el cantante. Otros más se quedaron en silencio. Kanye prefirió cortar por lo sano y siguió con la música.
Fue entonces cuando entre las canciones gritó:
¡Construyan el muro!
Fue como si hubiera una ruptura entre Kanye y una parte de la audiencia: vasos de plástico volando por doquier, empujones, afortunadamente no pasó a mayores, pero la audiencia se había peleado contra si misma y tomó lugar una atmósfera extraña, ya no era un espectáculo musical, era una tensión aguda.
Así fue como comenzaron las aspiraciones de Kanye West, cuando vio que tenía un efecto en el actuar de las personas. En la actualidad sigue dirigiendo su campaña y logró hacer su primer acto, en el que hizo presencia su actitud religiosa e inclusive lloró ante sus seguidores.
Algunos de los votantes de Donald Trump ven en el registro del rapero una posible salida de votos que podrían ayudar en su lugar al republicano en su relección. Otros más ven un rostro conveniente para sanar la reciente crisis del racismo de las autoridades, pues aseguran que es un complemento a la campaña de Donald Trump. Es un punto en común que ambos tienen, son impredecible.
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