Luego de que Gerardo Bazúa se reunió con su pequeño hijo Eros después de 19 meses y con el consentimiento de Paulina Rubio, se dio a conocer el acuerdo de convivencia que firmaron los cantantes y que tiene varias cláusulas a favor de la “Chica Dorada”, como eliminar los exámenes psicológicos e intercambiar declaraciones financieras.
A inicios de este mes se supo que el ex concursante de La Voz México sostuvo un encuentro con el niño de cuatro años en la Bahía de Miami, Florida, pero también se evidenció que ambos intérpretes mexicanos llegaron a un convenio previo a la audiencia que se realizará ante las autoridades estadounidense por una demanda interpuesta en mayo de este año.
De acuerdo con el programa de espectáculos de TV Azteca, Ventaneando, existen en este acuerdo varias cláusulas para establecer las visitas que Gerardo puede realizar a Eros, pero hay tres que beneficiarían de manera directa a Paulina, como: evitar los exámenes de conducta, presentar una declaración de ingresos y manejar con privacidad las convivencias con el menor de edad.
En el documento, que entró en vigor el pasado 29 de junio, existe un reglamento y calendario de visitas que se deben llevar a cabo con la presencia de una niñera y que comprende de julio de este año a septiembre, cuando deben volver a acordar un nuevo orden de convivencias.
El régimen de visitas es variado y se establece por fechas. Por ejemplo, casi todo el mes de julio, Gerardo podrá convivir con el niño hasta por cuatro horas y con la supervisión de una niñera para garantizar el bienestar de Eros.
Hacia la última semana de este mes y hasta el 17 de agosto, las salidas podrán ser de cinco horas, una vez a la semana y ya sin la presencia de la niñera; mientras que para la última semana del mismo mes las convivencias serán de las 09:00 a las 16:00 horas.
Será en septiembre cuando se decida el tiempo disponible para el cumpleaños de Gerardo Bazúa y un nuevo régimen de visitas que incluya un fin de semana completo.
Entre las cláusulas destacan tres que podrían haber sido impuestas por “La Chica Dorada”, ya que la benefician y son aspectos que ha defendido en medio de las batallas legales en contra de sus ex parejas, Nicolás “Colate” Vallejo-Nágera y el mismo Bazúa.
La primera es que el también cantante se compromete a ya no pedirle a Paulina Rubio una evaluación psicológica ni que se someta a un curso de manejo de la ira; la segunda es que ninguno de los dos padres pueden publicar fotografías, videos o entrevistas que evidencien la vida privada del menor, y la tercera es mostrar sus declaraciones financieras, con lo que se elimina la posibilidad de darle una pensión a Bazúa, quien en meses anteriores se declaró indigente ante las autoridades norteamericanas.
A principios de mayo de este año se supo de las intenciones de Gerardo Bazúa por reunirse con Eros, al que no había visto en un largo periodo.
Fue así que interpuso una demanda en contra de Paulina Rubio para que se le otorgara la custodia compartida del menor de edad, pues “ese niño es hijo de los dos, entonces ella no tiene porque tomar el 100 por ciento de las decisiones”, dijo entonces la defensora del cantante, Carla Lowry.
Días después se supo que también Nicolás “Colate” Vallejo-Nágera buscaba la custodia de su hijo Andrea Nicolás, quien, según el empresario español, vive en un “ambiente tóxico y violento”, en el que sufre de maltrato por parte de su madre, su abuela y su tío, por lo que ya presenta cuadros de ansiedad, náuseas y vómitos.
Vallejo-Nágera incluso sugirió que su ex esposa tenía un conducta violenta y consumía sustancias tóxicas.
Un mes después se supo que “Jerry” Bazúa y “Colate” acordaron luchar por la custodia de los hijos que procrearon con Paulina Rubio en 2016 y 20100, respectivamente.
La alianza no duró mucho. El caso del mexicano se solucionó con un acuerdo de visitas pactado por ambas partes, mientras que el del empresario español continúa pendiente y en espera de una nueva audiencia en la Corte de Miami, Florida.
De esta manera “Jerry” ya se reunió con el pequeño Eros a inicios de julio, cuando según el programa Suelta la Sopa, padre e hijo tuvieron la oportunidad de jugar, desayunar y disfrutar de su compañía en la Bahía de Miami, Florida.
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