El año pasado fue muy importante para Inés Gómez Mont. La conductora enfrentó una de las pruebas más grandes de su vida cuando le extirparon uno de dos tumores cerebrales que le detectaron durante los últimos cuatro años, y que la obligó a someterse a un intenso tratamiento por varios meses.
A casi un año de la cirugía, la presentadora abrió su corazón para explicar cómo se dio cuenta del mal que la aquejó y que puso en riesgo su salud y su vida.
“Nació Bosco y como a los seis meses de que nace Bosco empecé a sentirme como un poco torpe con mis movimientos corporales, como que mis reacciones no eran al instante, como que me sentía como si tuviera delay, como retrasada en reaccionar”, declaró en una conversación para el canal de YouTube de la periodista Fernanda Familiar.
Relacionó sus descuidos con el cansancio, pero poco a poco notó más detalles extraños en su salud. “Después me empecé a desplomar, entonces, estaba por ejemplo parada y era como si me apagaran el switch, como si me hicieran real off y me iba al piso”, dijo ante la mirada atónita de su gran amiga.
Justamente las caídas preocuparon a su marido quien le pidió revisarse, pero ella prefirió priorizar el cuidado de sus hijos que el propio.
El surgimiento de un derrame en el ojo y el aumento de accidentes graves la llevaron al médico, donde finalmente le dieron el diagnóstico que cambió su vida. Inés fue revisada por un cardiólogo, quien descartó un posible daño en su salud y después acudió ante un neurólogo, especialista que finalmente le avisó sobre el surgimiento de los dos tumores cerebrales.
“El doctor entra y me dice: ‘Inés, necesito hablar contigo, tienes dos…’, hasta la fecha no me acuerdo cuál fue el término exacto que utilizó el doctor porque yo creo que me bloqueé, y le dije qué es eso… Me dice: ‘Dos tumores cerebrales’”, recordó la madre de siete niños.
Tras el diagnóstico, Inés Gómez Mont buscó opciones y encontró una clínica en Estados Unidos especializada en las cirugías cerebrales, donde su caso logró posicionarse a pesar de que había una lista de espera de seis meses.
En la unidad médica le dieron su pronóstico para extirparlos a pesar de lo riesgoso de los procedimientos.
“La vida me estaba enseñando que tenía que fluir con la corriente... yo tenía que aprender a fluir con los tiempos de Dios. Para mí era muy desgastante que cada tres meses tenía que revisarme y me dijeran ‘aguanta, ha crecido, no está funcionando el tratamiento'. Era desgastante, era una agonía”, relató.
Por cosas del destino, el esposo de la comunicadora conoció al médico Alfredo Quiñones-Hinojosa, quien finalmente salvó la vida de Inés Gómez Mont.
En diciembre del año pasado anunció que fue dada de alta tras la segunda intervención médica y dijo estar lista para “hacer mi vida sin exigirme mucho y empezar todo poco a poco”.
La presentadora mexicana publicó en su cuenta de Instagram un emotivo mensaje y un video musicalizado con la canción Oye, interpretada por Chayanne, con lo que dejó ver el progreso de su estado de salud y su actual condición anímica para retomar su vida cotidiana.
“Sin duda ésta es una de las pruebas más fuertes de mi vida, una prueba llena de lecciones. Hoy después de un proceso complicado de varios meses y ciertas recaídas, momentos duros y dolorosos estoy oficialmente dada de alta”, escribió la conductora de 36 años.
Gómez Mont agradeció al famoso cirujano Alfredo Quiñones-Hinojosa, quien fue el responsable de intervenirla con éxito.
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